21.12.10

Miss...Celánea




Ella gustaba de jugar con su nombre. Aunque, a ser justos, le venía como anillo al dedo.

Tan pronto te sacaba del apuro de hacer cuentas con Hacienda, como te ponía en la mesa unas patatas con pulpo de hacer honor a la cocinera. Otras veces la veías con la cabeza metida en el motor de su Alfa Romeo -y ojito con que se le lo tocara otro para arreglarlo si no era algo serio- al más puro estilo chica de competición, como estaba en la parte trasera de su casa haciendo jarrones de cerámica, otra de sus múltiples aficiones.

¿Estudios? Dejando de lado sus múltiples cursillos, sus talleres varios y algún que otro máster, ya de adolescente estudió astronomía, y luego, impulsada por sus irrefrenables ganas de saber y hacer, estudió japonés en una escuela oficial de allí hasta completar el título. Eso si, mientras aprendía los secretos del arte floral japonés. "Que no es plan de irte tan lejos para hacer una sola cosa", decía ella muy convencida.

Madre de dos hijos y una hija, todos dentro de su treintena, no hicieron sino aumentar su currículum de mujer multidisciplinar. Tanto en la vida, como ella personalmente. Y como no, en el terreno de sus relaciones, así era ella.

Había tenido, hasta llegar a conocer y compartir su vida con la persona que consideraba su pareja ideal, relaciones de lo más variado, en cuanto a novios se refiere.

Su primera pareja fue un más que blanco finlandés que, según ella contaba, era todo un cuadro intentar verlo en la nieve cuando iba con ropa blanca. Es más, podía formar en ese momento parte del paisaje que costaba identificarlo.

Luego, por aquello de que su personalidad y su nombre no había que dejarlas en mal lugar, se enamoró durante unos meses de trabajo en Suiza, de un dominicano, de piel muy oscura, fabricante de relojes. Entiendo, quizá hubiese ido mejor un suizo en la República Dominicana llevando un bar de música latina, porque no.

Su tercera pareja, aunque parezca mentira, la conoció en su ciudad natal, Málaga. Un guapísimo y alto andal... que digo, un guapísimo y alto mozambiqueño con una sonrisa blanquísima interminable. Si es que encontrar para ella un novio andaluz en Málaga, fue algo difícil, por no decir que imposible. Por supuesto, el apuesto mozo africano, gustaba del vino amontillado, de las puestas de sol, y de trabajar en su campo de olivos el noble arte de hacer aceite. De excelente calidad, todo hay que decirlo.

Actualmente, su pareja, y con la que ha tenido sus tres retoños, se llama William -cariñosamente le dicen Will-, y es un simpatiquísimo canadiense que sabe seis idiomas y sin embargo trabaja haciendo las mejores pizzas que uno puede probar. Eso si, atenderte, te atenderá en un perfecto español, inglés, francés, italiano, portugués, y polaco. Hum, vueltas que da la vida.

¿Y que decir de su nombre? Miss...

Pues que se puso delante de su nombre, a la sazón Celánea, que mira que es caprichoso el destino, el interesante sobrenombre, ya que desde muy joven había sido alta, de facciones muy femeninas, y unos andares que entre su familia comentaban divertidos "la niña va para modelo, con ese tipo y esa forma de moverse". Y claro, del nombre a juntarle el miss, solo hubo un paso. Y ella, resuelta a no dar nada por sentado, tomó el apelativo tontorrón que le daban de "miscelánea", y lo convirtió en su nombre de adopción, pasándose a llamar ella -y todos la conocían ya así- "Miss Celánea".

Curiosa mujer...

8.12.10

Delicatessen "erótica"




Aquella espléndida mujer tenía fuego en su piel, deseo en su interior, y una energía sensual y sexual extraordinaria.

La noche prometía. Como tantas otras noches ya, en las cuales el juego de la seducción, y del deseo, lo llenaban todo, hasta el más pequeño detalle.

Una ducha relajante a la par que un poquito caliente, preparó sus cuerpos, y sus mentes, para una noche de sensaciones inolvidables. Había tanto placer contenido en sus cuerpos, que cualquier cosa podía suceder. Y los dos lo sabían sin sombra de duda. Por ello quizá, durante toda la tarde, sus caricias, miradas y besos estuvieron llenos de excitación.

La habitación estaba a la temperatura ideal, donde aún con el más que frío invierno ya en las calles, todo invita a dejar la cama libre de ropa para jugar, pero a la vez abre la puerta a meterse bajo las sábanas a hacer diabluras de las más intensas posibles. Y así sucedió.

Ella, como una diosa, tumbada en la cama, mostrando todo el deseo y la excitación en sus movimientos. El, sintiendo, como sin haberla rozado siquiera, su sexo crecía en tamaño y se iba poniendo maravillosamente duro, señal de que todo podía suceder.

Como en un ritual ya ensayado, el comenzó a besarla, y ella respondía. Sus movimientos iban describiendo una danza, que hacía sus cuerpos se rozasen sin recato, frotando cada vez más intensamente la piel de uno contra la del otro. Ella gemía de placer, pues a los dos les gustaba excitarse mutuamente sin llegar al orgasmo, sentir un placer que va creciendo hasta por fin soltarlo al no poder aguantar más en una explosión de gozo inmenso.

El, a la vez que le hacía el amor, iba diciendo, como en un susurro, en una letanía que salía de lo más profundo de su ser:

-Siente, mujer hermosa, siente el poder de tu Ser, deja que el placer de tu piel lo llene todo, haz que tu parte femenina se libere y me lleve a regiones de sensaciones nunca sentidas. Descubre el don que hay en tu interior, mujer de Vida, y disfruta de un placer sin límites, dando todo para recibir todo, haciendo que el placer se desborde, hasta niveles de excitación nunca conocidos por los dos.

Ella se iba excitando más y más, al punto de que le venía el orgasmo y le pedía a el por favor que cambiase el ritmo en el último segundo, quedando con todo su cuerpo entero temblando y sin parar de hacer el amor. El, como un experto amante, seguía, muy excitado el también, aumentando el placer de ambos, mientras seguía haciéndola estremecer de gusto y gozo:

-A cada momento que pasa, te vas excitando más y más, mujer intensa. Siente como te va viniendo otra vez el orgasmo, no puedes parar, quieres y deseas seguir sintiendo más y más. Notas, sientes ya como te viene, es imposible que te aguantes, tu sabes que deseas llegar al máximo...

Para entonces, al borde -ya por quinta vez- de ese orgasmo tan esperado, volver a cambiar sin dejar por un instante de sentir el mismo placer, gozo y disfrute de todo el encuentro.

El, al fin, llegó, y lleno a la mujer con su orgasmo. Ella, al límite, toda temblando, moviendo su cuerpo como poseída por el mismísimo Eros en persona, se contuvo. Una vez más.

El, bajo hasta lo más sagrado en ella, se cubrió con la amplia sábana, y comenzó a hacer un vaivén de movimientos con sus labios, con su lengua, sobre el sexo de ella. Tal cantidad de variaciones, movimientos y cambios de velocidad que ella ya ni recordaba su nombre, ni quien era, ni si estaba viva o había subido directamente al Paraíso. El sentía todo el Ser de ella con sus labios, y acompasaba sus movimientos a los del cuerpo de ella, cuando hacía aquello, ponía su alma y su cuerpo en sentir, la respiración de ella, su voz al gemir, sus manos, todo, para darle la experiencia mágica y perfecta, tal era la conexión que habían logrado los dos. Ella disfrutaba en momentos así de una magnífica "delicatessen" en cuestión de sexo y erotismo.

Después de un rato interminable que no deseaban acabase nunca, ella estalló. En un gemido tan profundo, tan intenso, tan largo, tan musical y a la vez tan ronco, que unas lágrimas asomaron a los ojos de él, y una sonrisa apareció en su boca al levantar la cabeza para mirar los ojos de ella.

Y ella, una vez más, sonrió, con esa sonrisa que transmitía el infinito agradecimiento por aquella noche. Por todo cuanto les sucedía en la cama, y fuera de ella. Por haberse conocido y haber llegado a ese nivel de intimidad que muy contadas parejas alcanzan.

Y el sabía muy bien cuánto la amaba. Y cuánto deseaba aquellos momentos tan estupendos. Tan delicados. Tan apasionados...

2.12.10

Rincones




Exuberantes. Tiernos. Mágicos. Oscuros. Indecentes. Salvajes. Espirituales. Y más...

Quien más quien menos ha conocido o conoce lugares así dentro de su propia capital, ciudad o pueblo. Lugares que tienen mil historias que contar, recuerdos de amistades pasadas, de encuentros y desencuentros, de tratos y partidas varias, de zumos de frutas y combinados bien subidos de alcohol.

Sitios que nos hacen volar con la imaginación, a mundos increíbles y fantásticos, tal vez muy de andar por casa, y otros llenos de vibrantes conversaciones al calor de las tenues luces y el espeso ambiente humeante de los viernes de madrugada.

A la mente me vienen algunos, de mi juventud, como no, y de más recientes épocas.

Recuerdo especialmente algunos de cuando uno ha sido más joven:

Estaba el mítico "Chapandaz" (aún sigue abierto, para mi asombro, tras más de casi veinte años), y sus copas gigantes de cerveza a beber con pajitas, que llegaban cada una para compartir entre seis o siete tranquilamente. Amén de sus submarinos y su famosa leche de pantera, que con varios de estos ya cogías contento para toda la noche, llevando un ritmo divertido y tontorrón muy agradable.

Muy cerca de ahí, casi que de los primeros en recorrer si hacías una ruta en condiciones, era el "Puzzle". Típico pub rockero de chicas con falda de cuadros, tupés interminables y James Dean, Loquillo y compañía amenizándonos con sus fotos y músicas. Lo divertido era que tenía puzzles terminados por los asiduos y ocasionales clientes, que echábamos algún que otro rato en buscar y colocar piezas de gigantes imágenes que luego el dueño encolaba para enmarcar y poner por las paredes.

Aunque, siendo como éramos adolescentes, no podía faltar el comenzar por el más que pijo -para mi de buen ambiente, aunque algo fino- "La Rana Verde". Ahí te pasabas a ver -e intentar pegar la hebra- con chicas vestidas a la moda, con ropa de marca que intentaban ser invitadas por los guaperas deportistas de turno -entre los que no me encontraba- y así presumir de tener un ligue chulo.

Ya unas calles más arriba, los rincones y sitios varios cambiaban radicalmente, no de gente -que también- sino de ambiente. Lugares como "Ragnarok", "Orion" y "Espectro", algunos ya cerrados, en una zona con casi treinta años de tradición a cuestas. Todos o casi todos de música rock y heavy, de gente muy sana de pelos largos, cazadoras de cuero, cerveza y motos chopper, y mucha energía.

En otra ciudad, y en otras calles, el rincón cambia radicalmente. Yo mismo tuve uno, en el cual ponía la música que en el momento llegaba a la gente. Duncan Dhu, La Unión, Radio Futura, Depeche Mode y similares llenaban mis noches al frente de la barra. Si me pillaba a mi. Cuando tenía turno el camarero que tenía contratado, ya ponía algo más de discoteca. Para gustos colores. Abría después de comer para charlar de mil cosas con la gente mientras servíamos cafés y otras bebidas de sobremesa, hasta la madrugada con sus copas y algún que otro pasado de vueltas que había que sacar del pub para no tener problemas.

Más recientes, y de hoy en día, tenemos "El Bosque Animado", con su decoración semi-selvática dentro y unos cócteles, batidos y cafés de chuparse los dedos. "El Café del Sol", con su agradable terraza de mesas que es pura delicia en veranito y su buen número de años ya en funcionamiento. La zona del "Tontódromo", antigua zona de copas y salidas de moda, con el "Universidad", "Código" y otros geniales sitios donde escuchar buena música con los amigos. Así como el "Kennedy", con su día de monógolos del Club de la Comedia, pub irlandés con una ambientación y decoración al más puro estilo irish -irlandés-.

Y podría seguir extendiéndome, como no. Como bien decía en su canción Gabinete Caligari:

Bares, que lugares
tan gratos para conversar.
No hay como el calor
del amor en un bar.

26.11.10

El templo





-Algún día, romperás tus nudos, todo cuanto te ata, y empenderás el único y verdadero viaje posible para ti -me dijo aquel simpático anciano que encontré en la ladera de la montaña-.

-Es muy posible, quien sabe- Respondí yo.

-Oh, por supuesto. Siempre te han gustado las montañas. Lo puedo ver en tus ojos.- Dijo volviendo a sonreir.

-Si, eso es cierto. Me gusta subir montañas, es como ir subiendo la cuesta de tu vida, para luego disfrutar bajando relajadamente- Dije.

-Encuentra tu montaña, muchacho. Encuéntrala- Acabó por decir.

Tras ese consejo final, el abuelo volvió a sentarse en su piedra, a la orilla del camino, a la puerta de su casa. Siempre había vivido en el pueblo, y su mirada reflejaba el ansia de quien hubiese gustado tener la posibilidad de recorrer el mundo entero, y vivir mil aventuras. Que el las había vivido, de eso no cabía duda. Pero su "mundo entero" era el pueblo y alrededores.

Tres años hace ya de aquellas palabras, que tanto me marcaron sin saberlo. Tres años, y ahora mismo me encuentro ante la montaña de mi vida, de mi existencia, quien sabe si de mi despertar.

Todo está lleno de niebla. Es muy temprano y aunque amaneciendo, aún no ha salido el primer rayo de sol. Estoy solo frente a una sinuosa escalera de piedra, quizá interminable pues sus peldaños se pierden en la bruma. La vegetación lo cubre todo pues solo el camino se ve limpio e impoluto. Lo cual me hace deducir que lleva a alguna parte. Y por demás, a alguna parte habitada.

Comienzo a ascender. El doliente hastío que enfría mis huesos a la vez que la baja temperatura del lugar, va dando paso a una mayor inquietud curiosa, que hace que suba más deprisa por aquel sendero de peldaños, entrando rápidamente en calor con la consiguiente sensación de apremio. Aunque aquella intrigante escalera parece no tener fin.

Por fin llego a una zona donde la misma está flanqueada por maderas que hacen a su vez de barandilla, lo cual hace más fácil mi subida. Eso me anima. Si la gente sube por aquí, y ponen ayuda, es que ya debo estar llegando adonde sea que lleva este sendero.

Increíble. Realmente indescriptible. ¿Por qué?. Sencillamente, el camino termina en una pequeña abertura en el terreno, en el cual la montaña se abre paso a través de una entrada en la misma roca. Alguien ha horadado la roca para darle apariencia de puerta o entrada. Dos sencillas columnas, una a cada lado, son los únicos testigos de que ahí ha intervenido la mano del hombre.

Me detengo indeciso. Qué o quien puede haber dentro es todo un misterio. No me da tiempo a pensar en más opciones, pues mi ruido al caminar y llegar allí, da cuenta de mi presencia, y al instante aparecen dos sonrientes niños de, calculo que no más de doce años, que me cogen cada uno de una mano y me invitan a entrar.

Al contacto con ellos, una sensación de infinita paz me inunda, y, como tocado por alguna energía pura y sobrenatural, me decido a entrar.

Al principio, recorro un pequeño pasillo, para después subir otro pequeño tramo de escalera, al final del cual se ve una tenue iluminación.

Una vez arriba, y tras pasar por el dintel de otra puerta más grande aún excavada también en la roca, entré en aquella estancia. Una cueva enorme, abovedada, limpia, sin más adorno que un gran brasero en su centro, en el cual un suave pero imponente fuego caldea la estancia, al punto de comenzar a sentir quizá demasiado calor.

Al otro lado del brasero, unas figuras tan bien definidas, que aún hoy, no puedo precisar si eran personas de carne y hueso o creaciones de un mágico maestro escultor, pues no llegué -quizá por respeto, o miedo- a intentar hablar con ellas o hacer que se movieran, o tocarlas al menos.

Los niños se sentaron en un lateral, al lado de un anciano con el rostro muy sereno, y una mirada que mostraba que más que probablemente, había vivido en tiempo los años de varias vidas ya, según el correr de nuestras vidas humanas. Su energía, su paz, su serenidad, eran imponentes. Su sola presencia, sublime.

-Te estaba esperando, muchacho-. Vaya, pensé para mí, lo mismo me dijo el abuelo la primera vez que me senté a la puerta de su casa a descansar en medio del camino, hace ya algo más de tres años. Misteriosas vueltas de la vida.

Siguió el hablando, pues yo me sentía, de momento, incapaz de articular palabra.

-¿Has encontrado por fin tu montaña?. Siéntate y descansa. Quizá te gustaría saber que hacen esas personas ahí, y que tienen que ver contigo -me dijo mirándome con picardía.

-Si, claro- dije balbuceando de la emoción. Esa experiencia no quería perdérmela por nada del mundo. Y además todo tenía sentido, y es más, tenía que ver conmigo. Definitivamente, si, iría hasta el final de aquello...

22.11.10

Aforismos de Gurdjieff

1. Lo que es, no se parece.
2. Lo más grande que un hombre puede lograr es poder hacer.
3. Cuanto más malas sean las condiciones de la vida más productivo será el trabajo, siempre y cuando se recuerde el trabajo.
4. Recuérdese a sí mismo siempre y en cualquier lugar.
5. Recuerde que usted ha venido aquí habiendo entendido la necesidad de luchar contra sí mismo, sólo contra sí mismo. Por lo tanto, agradezca la oportunidad que otra persona le pueda dar para luchar contra sí mismo.
6. Aquí nosotros podemos tan sólo dirigir y crear condiciones, pero no ayudar.
7. Sabed que esta casa puede ser de utilidad tan solo a aquellos que han reconocido su nulidad y creen en la posibilidad de cambiar.
8. Si usted sabe que un acto es malo y lo realiza, comete un pecado difícilmente resarcible.
9. El principal significado de la felicidad en esta vida consiste en la habilidad de considerar siempre externamente, nunca internamente.
10. No ame el arte con sus sentimientos.
11. Un verdadero signo de un hombre bueno es que él ama a su padre y a su madre.
12. Juzgue a los demás por sí mismo, y raramente se equivocará.
13. Ayuda a aquel que no es holgazán.
14. Respeta toda religión.
15. Yo amo a aquel que ama el trabajo.
16. Podemos esforzarnos solamente por lograr ser cristianos.
17. No juzguéis a un hombre por las palabras de otros.
18. Considero lo que la gente piensa de usted, no lo que dice.
19. Tomad el entendimiento del Este y el conocimiento del Oeste y entonces buscad.
20. Sólo aquel que puede cuidar lo que pertenece a otros, puede tener lo propio.
21. Sólo el sufrimiento consciente tiene algún sentido.
22. Es mejor ser temporalmente egoísta que nunca ser justo.
23. Practicad el amor primero con los animales, ellos son más sensitivos.
24. Enseñándoles a otros es como uno aprende.
25. Recordad que aquí el trabajo no se hace por causa del trabajar, sino que sólo es un medio.
26. Sólo aquel capaz de ser justo se puede poner en la posición de los demás.
27. Si no tenéis por naturaleza una mente crítica, vuestra estancia aquí es inútil.
28. Aquel que ha liberado a su ser del mal de “mañana” tiene una oportunidad de lograr aquello por lo que vino aquí.
29. Bendito es aquel que posee un alma, bendito es aquel que no tiene ninguna, pero pena y angustia para aquel que la tiene en embrión.
30. El descanso no proviene de la cantidad sino de la calidad del dormir.
31. Dormir poco y sin pena.
32. La energía consumida en trabajo interno activo es pues transformada en un fresco surtidor, pero aquella consumida en trabajo pasivo es perdida para siempre.
33. Uno de los mejores medios para despertar el deseo de trabajar sobre sí mismo, es el entender que usted puede morir en cualquier momento. Pero primero tiene que aprender cómo mantener esto en su mente.
34. La fe consciente es libertad. La fe emocional es esclavitud. La fe mecánica es estupidez.
35. La esperanza, cuando es atrevida, es fuerza. La esperanza con duda, es cobardía. La esperanza, con miedo, es debilidad.
36. Al hombre le ha sido dado un cierto número de experiencias y economizándolas, prolongará su vida.
37. Aquí no hay ni rusos, ni ingleses, ni judíos, ni cristianos, sino sólo aquellos que persiguen un objetivo: tener la capacidad de ser.

17.11.10

El poder del AHORA

Es bueno que de vez en cuando nos recuerden que hay que disfrutar el momento presente, sentirlo y vivirlo con la mayor intensidad posible. Que se puede estar en el mundo, y a la vez conectar con nuestra parte consciente...

13.11.10

Loca noche otoñal... ¡en un automóvil!














Antes que nada, especifiquemos. Que no se salga el texto de madre. Que nadie retire a los pequeños del lado del ordenador. Nervios, los justos. O al menos, nervios, para los protagonistas de mi historia. Faltaría más, para ello son los figurantes de la misma...

Curiosamente, subieron al coche cuatro personas que, aunque pueda parecer increíble al final de la historia, ninguna había bebido sustancia alcohólica alguna, ni ingerido alimento en mal estado alguno.

El chico, accedió a llevar a aquellas tres agradables señoritas en su coche.

-No te preocupes, mi hermana se sabe el camino al pueblo- dijo una de ellas.
-Si, nosotras te guiamos, que es lo mejor-.

En que momento se juntaron los planetas, y la rueda de la fortuna dio un giro, nunca se sabrá.

Nada más coger la autovía, y tras unos breves kilómetros, apareció la tan preciada señal de salida a quinientos metros. En ese mismo instante, una voz en grito, de concursante de pasapalabra tras llevarse el premio del rosco, retumbó en sus oídos:

-¡Que te pasas, sal por ahí, por ahí que lo pone en el cartel!-.

Tras ese nivel de volumen en sus oídos, un sobresalto le hizo tomar la salida equivocada. Las otras dos mujeres, a coro con la seguridad que da el estar en territorio amigo, sugirieron siguiera el chico por aquella salida.

-No te preocupes, que si sigues recto vuelves a encontrar una salida para el pueblo-.

La noche se iba tiñendo de una oscuridad inquietante, pues tras varias vueltas, y un par de preguntas a amables viandantes, no conseguía dar con el sitio, que digo el sitio, ni con la salida de carretera en cuestión.

Ellas -que perdonen la comparación- iban discutiendo de tal manera, que había dejado de ser el tranquilo coche para convertirse en el plató de Sálvame de Luxe en el momento cumbre. El chico, haciendo del pecado virtud, seguía conduciendo mientras intentaba mantenerse callado, y rezaba a todo lo que sabía pidiendo encontrar una salida correcta.

Momento zen. Como en un templo espiritual, le llegó la iluminación. En una zona casi desierta, un taxi aparece como bajado del cielo por el mismísimo Dios, que harto de reir ante la situación de las cuatro personas, ha decidido que o les ayuda o se muere de la risa -si, ya se que es Dios, por eso, porque lo puede todo, sabía que podía morir de un ataque de risa como aquel-. El caso es que el taxista al fin les dio la indicación correcta, y el chico pudo llegar a su destino.

Y como todo comienzo tiene que tener su final. Quien sabe, igual el siguiente relato os cuenta como tras, llegado al pueblo, se da el caso de que hay que volver, y como no, de volver nada, que aquí lo que se hace se hace bien o no se hace. Y si hay que volverse a liar para no encontrar el camino correcto, pues se hace. Que donde hay clase se tiene que notar...

25.10.10

Angela (y 2)



Toda historia tiene su continuación.

Por mucho que parezca que todo tiene su punto y final. Al cabo, todo punto es punto y aparte. O punto y seguido. El caso, es que tratándose de esta fabulosa y mágica mujer, nunca hay un final. Por suerte para mi.

Le gustan las bebidas sin azucarar. Entiéndase: té, café, infusiones varias... Es su manera de disfrutar intensamente la experiencia de los sabores tal cual, sin mucho aderezo. Asimismo, cocina con unas maneras exquisitas y unas manos que son un primor, más volviendo a lo anterior, casi tampoco usa especias ni condimentos. Ella es así, mágica. Y natural, como la vida misma.

Tiene una fuerza en su carácter espectacular. Eso se nota en todo cuanto ella hace o es. Cada gesto suyo, tiene un significado, como no para ella, y para el que sabe entenderla y comprenderla.

Gusta de los tacones altos, pues es dueña de una preciosa figura femenina. Es una mujer de la cabeza a los pies, en el sentido más ajustado del término. Sus facciones, muestran la cara de una diosa, a la vez que transmiten la espontaneidad e inocencia de las personas nobles y honradas. Su figura, es el modelado de un escultor sobrenatural, quizá del mismo Dios, que quiso recrearse unos minutos -divinos minutos- más al darle forma a esta preciosidad.

Ah, y como no. Hay que escucharla hablar. El timbre de su voz te envuelve, y te hace soñar e imaginar lugares remotos y cercanos a la vez, con su intensidad, su magia particular, y sus sensaciones. Sus palabras llevan una vibración tan limpia y llena de armonía, que al instante transforma lo negativo en positivo, lo oscuro en lleno de luz, el vacío en riqueza.

Cuando Angela mira, hay tal curiosidad en su mirada, que sin querer miras hacia donde ella. Pues sabes que algo interesante tiene que estar sucediendo allí donde ella mira. Eso cuando ella mira. Porque cuando TE MIRA... Ay, cuando te mira... Sencillamente te desarma, te derrite, hace que cualquier temor, miedo, duda, tristeza, soledad, o cualquier cosa que desees soltar, te salga, y al instante miras sus ojos, y te invade la confianza, la alegría, la compañía, la esperanza, y el lugar se llena de amor y de luces preciosas por todas partes.

Angela, es esa persona en quien siempre puedes confiar. Siempre. Es tan sincera, tan honesta, tan noble, tan abierta, tan transparente -sin por ello dejar de ser lista, no hay por que mostrarlo todo a todo el mundo, y ella sabe ser y estar-. Es tan positiva, tan vital, tan cariñosa, tan maravillosa.

Realmente, cuanto más la va uno conociendo -en mi caso el regalo de la Vida (¡y vaya regalo!) de poder amarla y compartir mi vida con ella-, más descubre en ella. Pues es como un océano sin fin. Siempre hay cosas nuevas por descubrir, lugares nuevos de ella por recorrer, y mágicas experiencias que ella te hace sentir. En eso es Angela tan grande. Siempre hay algo nuevo en ella. Y eso es una bendición. Es estupendo.

Incluso en el terreno íntimo y del placer, es una mujer sabia. Sabe hacer y dejar hacer. Sabe despertar las pasiones, despertando momentos muy excitantes, y también llevarte a disfrutar largísimos momentos de gusto relajado, tranquilo, y muy agradable. Es como una mezcla exquisita. Explosiva y tranquila a la vez.

Y bueno, ya dejo para otra entrega algunas de nuestras peripecias y experiencias varias, y de como dos cabras locas empiezan a recorrer el mundo. Os gustará seguro...

12.10.10

El jardín, todo comienza de nuevo



Hojas que el viento no consigue arrancar, son movidas con presteza por el hábil jardinero. A duras penas va despejando un suelo que se le antoja demasiado abandonado como para desear limpiarlo. Más sabe que no habrá lluvia, arena o piedra sobre piedra que pueda hacer desaparecer esa visión. Debe limpiar. Necesita limpiar. Y quiere.

El trabajo es muy arduo. Tiene quien le anima, quien le apoya y le da fuerzas. Incluso quien sabe de su valía como experto y magistral jardinero, y le ayuda en su cometido cuando puede.

El sabe, en su ser más íntimo, que está haciendo una labor enorme. Hay tanto árbol seco que arrancar, tanta mala hierba que quitar, remover cierta zona de tierra. Ya han pasado unos días, y apenas se ve el resultado de lo hecho. Tal es el comienzo de cualquier limpieza a fondo.

Hay momentos en que los incipientes fríos del otoño, se le van metiendo en el cuerpo, y le impiden avanzar al ritmo de siempre. El, con paciencia, los va soportando, dejando que le mantengan bien despierto. Aún así, eso no impide que a veces sienta la humedad que reina en un ambiente que diríase salvaje sino fuese porque es su propio jardín. Amplio, si, muy grande, pero jardín al fin.

Por las noches sueña, y anota sus sueños. Es una manera de conectar su vida diaria, con otra tan real como la primera, donde la fantasía da alas a todo lo imaginable, donde los límites no existen, como para hacerle comprender que en esta otra vida, también esos mismos límites y obstáculos son en realidad mucho menores de lo que él mismo cree.

Alza la mirada al cielo. Una tímida gota le cae en el rostro, e intuye que va a volver a llover. Le gusta pasear bajo la intensa lluvia. Para él es limpiarse, sacudirse la energía negativa del ambiente, y respirar aire más puro, llenando sus pulmones y su cuerpo de luz, esa luz que siempre, siempre, precede a la más feroz de las tormentas, al cielo más negro posible. Otras cuantas gotas más le dicen que por hoy el jardín va siguiendo su limpieza, que aunque muy poco a poco, no ha de cejar en el empeño, que todo cuanto avance no tendrá que volver a limpiarlo. Si no lo deja de nuevo, claro está.

Ya en su casa, se sienta en la entrada, mientras una finísima lluvia hace música a su alrededor al golpear cada gota una superficie distinta: las tablas de la entrada, las diferentes tejas de su tejado, las hojas del gran árbol que sigue creciendo majestuoso, incluso el repiqueteo contra el suelo tiene su particular sonido, que se une al coro de instrumentos de lluvia que conforman aquella sinfonía.

Como de costumbre, entre las manos sujeta una caliente taza de la cual surge un intenso olor a té rojo. Hace años que se aficionó a esta bebida, disfrutándola siempre que puede, relajándose mientras la saborea y deja su mente vagando en otros paraísos, o viviendo mil y una aventuras.

En ese preciso instante, un despistado gorrión que no tuvo tiempo de guarecerse, se refugia en la otra esquina de la entrada de la casa, bajo el techo de madera, piando sin miedo, pidiendo un poco de refugio ante aquella inminente tormenta. El jardinero asiente con la cabeza. Ese gorrión -piensa él- también está limpiando su propio jardín, y ha debido hacérsele tarde.

Como en un destello de sabiduría, recuerda para no olvidar, que él está también limpiado, renovando y poniendo en orden su jardín, que en el fondo no es otro que él mismo y su propia vida.

Y sonríe.

4.9.10

Rojo amanecer




Niebla.
Niebla en lo profundo,
Escaleras del viento que tocan melodía,
Ella susurra,
Yo despierto,
Ella habla,
Yo Soy,
Ella muestra su poder,
Yo doy la Vida.

Un gato.
Un gato saltó al tejado,
Miríadas de estrellas lo iluminan,
Ella sueña,
Yo expreso,
Ella siente,
Yo dibujo el horizonte,
Ella es,
Yo soy unidad.

Rojo amanecer.
Rojo es su corazón de plata,
Amanecer es su alma,
Tu, Angela bella,
Yo, encontré mi estrella en ti.

30.7.10

Espacio web "Pensamiento Positivo"



Ha llegado a mi espacio personal en este vastísimo y amplio espectro que es Internet, La Red, La Web, o como cada uno desee definir, repito, ha llegado a mis ojos esta genial y estupenda página.

Creada y en contínuo movimiento de expansión gracias al "loco" -en el sentido más sano de la expresión (bienvenido al club)- Sergio Fernández, en ella podemos encontrar infinidad de ideas, pensamientos, experiencias vitales, soluciones para poder probar ante los retos de la Vida, y además enlaces al programa en el que participa en Punto Radio.

Y como soy de los que creo que cuando algo es positivo y aporta algo creativo y sano, tanto en el terreno personal, como de vivir, o de tomar conciencia, es bueno difundirlo y pasarlo para que como el agua lo pringue todo, pues os animo a entrar en su página y bucear un poco. Seguro que encontraréis, como yo, mucho que os servirá, de entre tanto como ofrece. ¡GRACIAS SERGIO!

Como muestra, un enlace a uno de sus textos. Que lo disfrutéis... :

26.7.10

Esa noche...




En realidad, no dejaba de darle vueltas a mi destino.

Como si todo a mi alrededor conspirase para hacerme ver mi situación. Aquella noche perdí mi amado automóvil. Mi elegante y carísimo Porsche blanco. Y es que cuando te juegas todo cuanto tienes, suceden estas cosas.

Era de madrugada ya, aunque aún faltarían un par de horas para que la noche fuese dando paso al amanecer. Sentado en las escaleras del Gran Casino, rumiaba mi desdicha, y una sensación de vacío me invadía por momentos, amenazando con hundir lo poco que de mi velero -yo mismo- había sobre la superficie.

Como llegué a este punto, ni yo mismo bien lo sé. De siempre había jugado, con más o menos fortuna, en el casino. Los encargados me conocían, solía cenar allí, en el restaurante, para después disfrutar de un buen rato de juego, acompañado a la mesa por su inseparable vaso con hielo, y su Jack Daniels de reserva. Como me gusta decir: una buena mano se saborea con un mejor bourbon.

La cuestión es que esta noche, estaba con mi novia. Gran error. Ella sabía de esta afición mía, pero por algún motivo fetiche, nunca la había llevado al casino, en concreto a éste. Juntos hemos jugado en otras mesas, degustado otros salones de cartas, o bien marcado unos cartones de bingo sin más preocupación que estar juntos. Esta noche no fue igual. Ella se empeñó en acompañarme. Y yo, en un gesto de locura, acepté.

Al entrar al casino, ya todo fue distinto. Renato di Volta estaba esperándome. Eso no presagiaba nada bueno... o si.

Cuando Renato venía, desde su villa en la Toscana, a jugar al casino, se organizaba una partida ilegal. No ilegal en el sentido de transgredir la ley, sino que una sala del lugar se cerraba, para acoger a apostadores fuertes, donde corría un abundante dinero, vaya usted a saber de que maneras obtenido, ese era el caso. Al punto de verme, Renato exclamó un gigantesco: ¡Mío caro Vilo, vienes a la partida! ¿Es así?

Como negarme. Renato me salvo de mendigar en las calles, cuando perdí mi empresa, ya hace ocho años. Renato me alquiló un piso por seis meses. Renato me ofreció un trabajo honrado, con un sueldo honrado, y un horario, más que decente bueno. Renato...

Renato me presento a Olivia, una milanesa de cabellos largísimos, con esa mirada traviesa de las italianas que sabes que no conduce a nada formal, pero de la cual no quieres perderte nada. Y así me ocurrió, que desde que conocí a Olivia, ya hace dos años, estábamos juntos.

Ella me abrió puertas, volvía al trabajo, a mi ritmo de antes, a las fiestas, a locales de ambiente donde se cerraban tratos y oportunidades de negocio. Yo, Vilo, volvía a ser, de otra manera, el de antes, pero con más camino por donde andar.

Viajé mucho con mi novia, recorrimos muchos países, aproveché para ponerme el mundo por montera, y ya de paso, darle unos quites al natural a ese toro, demostrando y demostrándome que el arte del toreo en los negocios también era mi fuerte.

Tan fuerte que acepté entrar en esa partida. Cuanto más pienso que algo en mi interior me decía que no, que Olivia no debía ver aquello... en que momento no seguí las señales de mi corazón.

Tras una frugal cena de los participantes a la mesa -casi todos conocidos por mi-, nos dispusimos a empezar. Como no, sería póker. Ahí podías jugarte hasta tu propia dignidad, si alguno de los apostantes te la aceptaba.

Conforme fue discurriendo la noche, un ambiente tranquilo se fue enrareciendo. Apuestas cada vez más fuertes y salidas de tono marcaban el ritmo en la mesa. El saber que podía ser una noche de fábula, nos arrastraba a todos al éxtasis, al frenesí, al delirio. Y sin darnos cuenta, sobre todo para mi, llegamos al momento cumbre:

-¡Noventa mil euros! De esta mesa no salgo sin llevarme un buen pellizco, jajajajaja -dijo Enzo que estaba enfrente mío, apostando esa barbaridad.

Mis cartas eran inmejorables. Olivia miraba, ella sabía jugar, sabía que no había más que dos, a lo sumo tres jugadas mejores que la mía. Jugadas improbables, difíciles de conseguir así como si nada. Yo no quería apostar. O si. Un sudor frío me recorría la frente. En la mesa debía haber, entre todo lo apostado esa mano, más de ciento ochenta mil euros. Enzo me miraba sonriente... cuando me dijo:

-Vamos, Vilo, acepta mi apuesta. Tantos años jugando... se nota que tu mano es lo suficientemente buena... ¿eh?. Me gustaría estrenar coche nuevo. ¿Te atreves a poner las llaves de tu Porsche en la mesa? ¿Qué dices?.

Iba a decir que no -bendito no-, cuando una mano se posó en mi hombro. Era Olivia:

-Cariño, la tienes. Tienes la mano, puedes ganar, y lo sabes, es casi seguro. No perderás tu coche - me dijo con confianza en la voz.

-De acuerdo -respondí-. Acepto...

En ese momento me di cuenta, por mis sensaciones, que ya estaba todo perdido. Los demás mostraron sus cartas, todas por debajo. Yo miré las mías, las puse boca arriba, con una sonrisa más bien poco convincente. Enzo, muy lentamente, dejo al descubierto las suyas. Había ganado... Enzo, había ganado...

Son las seis de la mañana, y ya está clareando. Olivia, para desgracia mía, se ha marchado con Enzo, imagino que a seguir viajando, jugando, disfrutando, con mi coche y parte de mi dinero que se quedó en esa mano.

En fin, como suelo decirme a mi mismo en estas situaciones... "cuando te encuentres en un callejón sin salida... pues sal por donde entraste". Cogí mi abrigo, y me levanté, dispuesto a encarar el nuevo día...

1.7.10

¡Aeros!



Hay momentos en que se respira la magia del momento, y todo pasa a suceder dentro de nosotros...

Una enorme tela con el nombre del grupo tapó el escenario. Un silencio de segundos, tras el cual un gigantesco mar de luces, sonidos e imágenes llenó todo cuanto era el recinto. Había comenzado un espectáculo impresionante.

El cantante, Steven, dejándose los pulmones en cada frase, lanzando al aire -y al micrófono- unos agudos impresionantes, dignos del mejor barítono -tras coger un soberbio resfriado y estar con carraspeo, lo admito-.

Perry, como siempre, deleitándonos con su colección de guitarras, a cual más estrambótica y curiosa, ya fuese transparente con una chica rubia como fondo, o una verde más parecida hecha de piedra que de otro material. Por supuesto, recorriendo el escenario una y otra vez emocionando al público.

¿Y qué decir de Kramer? Pues que sus dedos aporrearon la batería tanto que en nada extrañé el ver sus fornidos antebrazos. Obviamente, este debe desayunar tocando en el salón de su casa, de tal práctica y maestría como demostró en el escenario bajo las grandes pantallas. Dada su situación, salieron también unas geniales fotos para el recuerdo.

Lo mejor de todo, ver a Angela, la mujer con quien comparto mi vida, entregada a la música, vibrando, estirando los brazos al infinito y casi tocando las telas que muy estudiadamente dejaba colgando en el aire del micrófono Steven. Gritamos como posesos, más eran gritos de emoción, de Alegría, de sacar todo lo bueno de nosotros y lanzarlo al aire, cual plegaria a la Vida. Creo que jamás un "TE AMOOOOOOOO" dicho a todo pulmón y mirando a miles de personas, fue más bella e intensamente expresado por dos personas que se profesar Amor Verdadero.

Al final, los miles de asistentes, a coro con el cantante, entonando un ooooooeeeeee, oe oe oe, ooooeeee, oooooeeeee... que nos hizo volvernos pura pasión y sentimiento.

Aún retumban en mis oídos las notas y voces de los miembros del grupo, toda la gente sintiendo el momento brazos en alto y gritando a la Vida, la afortunada chica a la que le tiró un anillo y dijo Steven señalando que era para ella, al Amor de mi vida mirándome a los ojos tan agradecida que la hubiera sacado en ese momento -a medio concierto- de ahí para perdernos en una isla del Pacífico a soñar y dejar volar nuestros sueños de Amor...

Una tarde-noche para recordar toda la Vida, os lo puedo asegurar.

12.6.10

Arabe (De historias reales)

Calor.

No el calor de una noche de junio, sino el calor que produce el bullir de las teteras en un acogedor salón de un más acogedor aún si cabe café árabe.

Todo allí huele a lejanas tierras de cuentos antiguos. Se siente en pequeño el latir de los bulliciosos cafés marroquíes, argelinos, egipcios, etíopes...

En esta noche especial, ella también se había vuelto árabe. A pesar de nuestra indumentaria occidental, yo con camisa y vaqueros cómodos pues la noche era muy agradable, y ella con su falda ni larga ni corta, y de rojo pasión. Esta sorprendente mujer siempre consigue hacer que mi imaginación vuele, y mi corazón la ame con locura.

Ella, tan sutil siempre, y tan mágica, pidió al amable camarero un "atardecer", té suave chino con canela y frutos. Yo, en mi estilo de probar lo prohibido, pedí un "Cougon", también té, este tradicional chino con azahar, avellana, y frutos salvajes. Para acompañar, unos deliciosos dulces árabes de intenso sabor. A que negarlo, los dos sabemos como disfrutar de las más bellas, ricas y profundas sensaciones.

El Amor es uno de los pilares de nuestra relación. Desde el primer momento, hemos hablado siempre de eso, y hemos sentido la necesidad de hacerlo así, como dos espíritus salvajes y libres, a la vez que dos corazones tan unidos que cualquiera que los mira ve uno solo. Así de única y especial es nuestra vida juntos.

Yo la miraba a los ojos, mientras le iba expresando las más dulces palabras, su mirada reflejaba tal sabiduría en esos momentos encerrada en su interior, que tuve que callar por momentos, para solo cogerle las manos y sentir su presencia. Su inconmensurable, maravillosa y estupenda presencia. Ella, en perfecta conexión conmigo, en un ritmo juntos que nos va llevando de uno a otro, cogió mis palabras, y continuó hablando ella esta vez.

En esos momentos, veo frente a mi al gran Amor Verdadero de mi vida. El lugar, la magia de las luces y sombras, el aroma de tierras lejanas, de desiertos y oasis hizo el milagro.

Angela se convirtió en Fátima. Para mi, que he leído tantas novelas, se me apareció ella. Quienes hayáis leído "El Alquimista", de Paulo Coelho, me entenderéis a la perfección.

En dicha novela, un pastor de ovejas español, tiene un sueño, y por ese sueño, cruza el estrecho, va en busca de las pirámides de Egipto, va en busca de su historia personal, y resulta que al final, su vida se transforma, y entiende que algo más grande que su sueño personal es el haber conocido a Fátima, de la cual se enamora, y ella de él. Un Amor tan grande, tan profundo, tan lento como el avance del desierto, tan vivo como el oasis que refresca. Y entiende que Fátima siempre estuvo ahí, esperando a que apareciese en su vida, para amarla, respetarla, y ser uno con ella. Además de encontrar el amor de su vida, consigue realizar su historia personal, y llega a las pirámides, y vuelve a España con un tesoro -ella-, y otro que encontrará después en su región natal, junto a sus ovejas.

Así es ella y así llega a mi vida. Yo, haciendo camino hacia mi historia personal, siguiendo las señales, atravesando desiertos, páramos yermos, encontrando algún que otro oasis, para volver al desierto. Hasta que aparece ella, y mi historia personal, pasa a ser Angela -por hoy Fátima, ella me concede el juego de nombres-, en sus ojos encuentro un oasis, en el Amor descubro un tesoro, y tras todo ello, seguimos juntos, hacia nuestra historia personal, siguiendo las señales esta vez los dos al mismo ritmo, en un precioso caminar.

Por fin, llegamos a las pirámides. Aún habiendo visto muchas imágenes y reportajes de ellas, nos parecen grandes, majestuosas, imponentes...

El simpático camarero nos trae las teteras humeantes y un platillo de deliciosos dulces. Yo, con armonía, y la cadencia de quien es parte de la Vida en ese momento, sirvo el té para los dos. El tiempo se detiene, ella respira los olores del ambiente, yo dejo que la bebida respire aire puro antes de llegar al vaso. El tiempo vuelve a caminar. Lentamente, bajo la tetera del aire mientras la miro, con más Amor, con mejor Amor, con un más intenso Amor, mientras esta vez recojo yo su silencio, su pausa, y sigo hablándole, de sus ojos, y del mar, y del desierto.

Fátima vuelve a ser Angela, la que nunca dejó de ser, pero por unos instantes, se convirtió en una princesa mora, en una hija del viento y la arena...

24.5.10

¿Y qué? ¡Adelante con ello!



(1)"Si dudas entre hacer o no una determinada cosa, está claro. Hazla".

(2)"Cuando veas la oportunidad de ser feliz, agárrala con las dos manos, sin importarte las consecuencias".

(3)"Si Dios existe, ese es el dios de los valientes".

(4)"Cuando encuentres alguna cosa verdaderamente importante en la Vida, no quiere decir que tengas que renunciar a todas las otras".

(5)"Cuando amamos, no tenemos ninguna necesidad de comprender lo que sucede, porque todo pasa a suceder dentro de nosotros".

(6)"¿Dónde está la Felicidad, maestro? -preguntó el discípulo-.
En los asuntos de cada día -le respondió este-."

He iniciado este texto, con el convencimiento de que deseo mejorar mi Vida, y por extensión, al menos desde mis experiencias, la de todos aquellos que lean estas palabras.

Para nada son o dejan de ser ciertas, ni buscan convencer o cambiar algo. Si acaso, que tras leerlas uno, sinceramente, sin miedo y con confianza en las enormes capacidades de su mente y su corazón, las piense, trate de ponerlas frente a lo que está viviendo actualmente y cómo lo vive, las confronte con su forma de actuar en la Vida... y si algo de lo que expreso desde mi experiencia vital le sirve a alguien, pues encantado de que lo coja e incluya de la manera que crea adecuada a esa persona en su vida.

Para una mayor claridad, me guiaré a través de las frases y números de arriba, intentando darles un sentido muy amplio desde lo que yo llevo recorrido y vivido, más o menos, más positivo o menos, con fallos y aciertos y aprendizajes.

(1) Cuántas veces he sentido el deseo intenso de hacer algo, y mi mente -esa que aún hoy se resiste algo a que me muestre tal cual soy, transparente, abierto, en este texto (sinceridad ya va de serie en mis escritos)- en ese mismo instante, comienza a buscar razones, excusas sin motivo, que llevan a dudas, y estas a un cierto recelo, miedo, o bloqueo.

Pues os digo, que las más maravillosas experiencias, las mejores, las que finalmente han tenido un resultado mejor y más positivo en mi vida, han sucedido siempre -y digo siempre pues es un 99 por ciento- cuando ante la posibilidad de elegir si hacer o no algo, vivirlo o no, he escogido el sí, y me he tirado de cabeza a esa piscina llamada Experiencia.

Incluso he dudado un instante al principio, pero luego he dado paso a decirle que sí, tanto a mi mente, como a mi corazón y a mi espíritu, y gracias entre otros motivos a dar el salto al vacío, hoy puedo decir que he encontrado el Amor verdadero, y he vuelto a nacer. Renacer, para ser exactos, como un ser nuevo.

(2) Si señores. Algo tan obvio, tan claro para todos, y luego cuántas veces nos negamos a nosotros mismos el atraer y permitir entrar la Felicidad en momentos de nuestra vida, simplemente porque nos cerramos, en lugar de abrirnos completamente a permitir que la Vida, otras personas, o nuestro interior nos regalen dicha felicidad.

En mi vida actual, hago todo cuanto está en mi poder para atraer la Alegría y la Felicidad. Y os puedo garantizar que funciona. Que es algo nuevo y diferente, lo se. Que pasaréis a formar parte del selecto club de "eres un bicho raro", también. Más no importa.

Desde que muestro una amplía sonrisa a toda persona con quien me relaciono. Desde que doy abrazos de oso a la gente que quiero desde el corazón. Desde que mis besos dejaron de ser "al aire" para dirigirlos "al espíritu". Desde que digo todo lo positivo que le veo a la otra persona cuando lo veo, sin esperar a que pase ese momento. Desde que vivo y actúo así, que me suceden cosas extraordinarias, eso os lo puedo asegurar.

(3) Esta frase, tomada de no recuerdo ahora quien, ruego me disculpéis pero la copié sin autor hace años, la dejo tal cual. Sin demasiada explicación en ella. Cambiad Dios a vuestro sentir (Universo, Vida, Creador... como lo entendáis) y es igual el sentido.

Cuando he deseado muchísimo conseguir un sueño, y he pedido a la Vida que me abriese canales para desde mi esfuerzo y mi constancia acercar el poder hacerlo, un milagro -léase acontecimiento mágico pero real a la vez- ha sucedido, facilitándose de repente el camino, o entrando en mi vida personas que podían ayudarme, enseñarme o darme aquello que requería o necesitaba para llegar a ese sueño.

(4) Esto es de cajón. Como he aprendido yo a base de mucho equivocarme, darme golpes, caerme, volverme a levantar. Uno viene a la Vida con una forma de Ser, a nivel interior, algo maravilloso que no cambia nunca durante la vida. Y no cambio mi forma interior de Ser. Por supuesto, que hago siempre por crecer, por expandirme, por aprender de otros, por ver mis errores y mejorar.

En resumen, al menos lo que a mi me funciona es: Mi forma de Ser siempre es y será siempre igual -viene en mi esencia-, pero mi forma de pensar, y de actuar ante la Vida y las circunstancias que vivo, eso si puedo cambiarlo y mejorarlo.

(5) Para mi esto expresa una verdad que cuando se comprende, a todos los niveles, pero sobre todo consciente, emocional e interiormente, repito, al comprender esto, la vida se transforma.

Al amar. Al sentir, expresar y compartir el Amor, realmente deseas desde el corazón mejorar la vida de la persona a quien amas, y ver como se realiza en la Vida y lo puedes compartir y sentir con esa persona tan especial para uno mismo. Al entender que uno está de paso en esta vida, y luego cuando nos hayamos ido, solo dejaremos en la tierra todo el Amor que hayamos compartido -con nuestra pareja, amigos, ayudando, en la gente de nuestra familia-, que al final solo quedará cuánto hayamos sido capaces de amar, este Amor pasa a ser algo que nace si o si del corazón, con lo cual ya está dentro, por y para siempre.

(6) Aunque suene a frase de autoayuda, a enseñanza de las que luego uno parece no creerse...

Creedme si os digo que las cosas más sencillas -tanto grandes como pequeñas- que nos suceden cada día, realmente nos traen unos momentos de Alegría tan intensos, tan llenos de sensaciones, y de ganas de expresarlos y compartirlos con la gente, que llega un momento en que a fuerza de vivir más y más momentos de estos, no me queda otra que admitir que encuentro perlas e instantes de Felicidad en esas cosas de la vida diaria, llenas de todo, más simples en su esencia.

Un encuentro inesperado con el amigo que hace tiempo no ves. Ese ir en coche al trabajo y descubrir un amanecer con una luna gigante haciendo que empiece tu día con la boca abierta -si no has perdido la capacidad de asombro, claro está-. Ese beso que te da tu Amor de tal manera que te lleva al infinito. Y así podría seguir, y seguir, y seguir...

(Si, el de la fotografía soy yo. Abriéndome a la Vida, y aceptando todo lo bueno que esta me quiera traer. ¡Probádlo vosotros también! )

11.5.10

Angie



Con este serán tres, número a la sazón mágico para la persona de quien voy a hablar esta vez, repito, tres, las entradas referentes a personas de la vida real traídas a este blog. Una de ellas, en el recuerdo ya pues está en otro plano de conciencia. Otra, una andaluza que es la Alegría en estado puro.

Hoy deseo escribir, descubrir a todos, y expresar a través de este medio, como es ella. Simplemente ella, en esencia, como persona, mujer, y Ser Humano que está en el Mundo.

Angela.

He de decir que, a mis 38 años, me doy cuenta de que los ángeles existen. Si, casi todos los que creen en ellos, obviamente no los identifican ya con seres con alas, ni flotando en el aire embobados entre música clásica de Haendel. Hoy día son percibidos y expresados como seres de luz, de energía de Amor, quizá emanaciones de la propia Vida y el Universo para ayudarnos en nuestro crecimiento personal.

Si. Realmente he conocido en Angela a un ángel, a uno de esos Seres de Luz que según entran en tu vida, o coinciden en tu camino, te dan un revolcón -entiéndaseme bien- a todo cuanto tienes ya construido, pensado, vivido en tu vida, vaciándote completamente, para luego dejarte solo con lo bueno, lo positivo, y un enorme Amor en el corazón.

Juguemos a imaginar por un momento. Intentad haceos una composición en vuestra mente. Coged a una duende, a una elfa del bosque, ponedle un corazón siempre Alegre, y un espíritu joven, bravo, valiente y atrevido. Rematad vuestra imagen con buenas dosis de ternura, nobleza, transparencia, pasión y emociones sinceras. Y ya tenemos a Angela un poquito descrita. Porque seamos sinceros, describir a esta chiquilla, totalmente, me podría llevar un libro entero, y no de pocas páginas.

Ya cuando te saluda, lo hace como los sabios enseñan, con un abrazo abierto, cordial y lleno de Amor incondicional. Algo que te transforma y abre tu corazón a la confianza mutua. Un beso en su mejilla es toda una declaración de intenciones, todas buenas, de compartir contigo, y hacer de tu momento algo mágico y especial.

Tiene el don de la palabra. Para ser exactos, "don de gentes". Siempre tiene una palabra acertada, positiva, que te emociona, te toca la fibra sensible y el corazón, y te transmite Alegría. Hasta en sus momentos no tan buenos -como cualquier persona normal los tiene- y sus días no tan altos de ánimo, es capaz de sacar la fuerza interior que tiene y alegrarse y alegrarte en ese mismo instante. Así de bueno es lo que le va por dentro a Angela.

Es una comunicadora fabulosa. No ya por como expresa con palabras, pues aún no poseyendo un vocabulario grande cada palabra, cada frase que sale de su interior lleva el perfume de las exquisitas fragancias, pone la piel de gallina, te hace sentir valioso y especial. Estoy convencido de que si abriera las manos para aceptarte cuando te habla, sería capaz hasta de mejorar la vida y salud de otras personas con su pura y amorosa vibración.

¿Y su energía? ¿Qué decir de su corriente positiva que todo lo llena? ¿De su presencia, que es capaz de transformar un ambiente triste y apagado en una fiesta y un canto a la Alegría?

Angela, en su sencillez, posee la energía de los que han amado tanto, que hablan con su corazón con frecuencia, están conectados a su espíritu y fluyen con la Vida. Te mira con sus ojos profundos, llenos de recuerdos, de vivencias, de ganas de sentir, de expresar, de amar y ser amada. Esos profundos y brillantes ojos de niña que pese a ser tan jóvenes, te hacen ver a una mujer que podría -y de hecho lo hace- enseñarte a vivir plenamente tal y como tu deseas, mejorando en un 300 por cien cada experiencia que uno desea mejorar.

He estado en su casa. Cosa nada curiosa conociéndola, sus plantas reaccionan a sus emociones, y crecen altas, sanas y llenas de vivos colores, indicando las buenas vibraciones y energías positivas que circulan por donde ella está. Misteriosamente -o no tanto para alguien que como yo cree en las Señales de la Vida- cuando estás con o muy cerca de Angela, te suceden cosas positivas. Tu suerte cambia para bien, o algo inesperado pero siempre positivo entra en tu vida. Quien sabe, igual es una maestra en atraer lo bueno a la Vida y lo hace espontáneamente, sin saber que tiene un don maravilloso.

Como digo, intentar hablar de Angela es una locura, más que nada porque con tantas experiencias como ha vivido, tanto como ha compartido, tantos momentos amorosos, instantes de amistad, y muchos otros, hacen que escribir sobre esta auténtica y estupenda mujer, para hacerle justicia y ser objetivos, se quede siempre corto o en su defecto haya que plantearse seriamente el escribir una serie de libros por entregas, si es que queremos reflejar cuanto más mejor.

Para ir rematando este texto, quizá quedarme con un rasgo suyo que la define muy bien: TRANSFORMACIÓN. Toda persona que comparte experiencias o momentos de vida con Angela, se transforma. Mejora. Crece. Se vuelve más sabia. Se conoce más y mejor a si misma. Se abre más a la Vida. Ama con más fuerza, mejor, más intensamente desde el Alma y el Corazón...

Así es Angela. Bueno... así es, ¡y muchísimo más!

19.4.10

Alice



Las gotas de lluvia resbalan al contacto con mi templada piel. Ni frío ni calor. Voy caminando por la calle, quizá demasiado abrigado, tal vez no muy arropado en previsión de un final de día poco agraciado.

Hay luces y sombras, tanto en el ambiente, como en las personas. Un cúmulo de gente enfrascada en sus vidas, anodinas, esperpénticas quizá en su monotonía, con un lento devenir de los acontecimientos.

Yo mismo, voy sumido en interminables pensamientos, rumiando mis historias personales, y no tan personales. Sintiendo el agua resbalar por mi rostro, en un vano intento de mojar mi cara. Vano, pues no hay tanta lluvia como para que penetre, ni yo le doy opción a cogerme, sorteándola entre pasajes, edificios salientes y otras protecciones que me ofrece la ciudad.

En eso un destello de luz atrae mi mirada. No es, como algunos podéis suponer, un vechículo. Mi atención se fija en el brillo de un vestido. Un imponente y a la vez voluptuoso vestido de mujer, todo rojo, como si el mismo color estuviese indicando sin ambages que debía detenerme.

En efecto. Esa mujer era todo un semáforo en rojo. Un atractivo, deslumbrante y exuberante semáforo en forma de mujer femenina y sensual. Como soy respetuoso con según que señales e indicaciones, me detuve ante el rojo.

-¿En qué puedo ayudarle? -preguntó ella sonriente al ver mi asombro.
-Er, esto... que estaba pensando, bueno... no, que quería decir -las palabras se me habían atragantado ante tanta belleza-, vaya... que si tendrías a bien aceptarme una invitación.
-Jajajaja -su boca se abrió en la sonrisa más franca que vi nunca-. ¡Por supuesto!. Pero yo elijo el sitio, y tu invitas. Que se note que aún quedan caballeros.
-Eso por descontado -dije yo exultante ante tal victoria presta-. Soy todo oídos -respondí con ganas y apremio-.
-Bien, ya que aceptas, te respondo. El sitio, en mi piso, por supuesto. Y que me invites a degustar tu cuerpo toda la noche a mi manera, sin excesos, más sin límites. Recuerda que has accedido a ello.
-Por cierto. No se tu nombre. Me llamo Robert.
-Alice. Llámame Alice. Porque esta noche te voy a llevar al País de las Maravillas...

La cogí del brazo, y tras mirarla a los ojos, y ver lo que me susurraban, sonreí. Un día diferente a los demás.

Las gotas hacen por resbalar por mi cara, y traspasar el límite de mi ropa para introducirse en mi cuerpo. Más ya no es posible. Un amplio paraguas sensualmente sujetado por esta increíble mujer, ha vencido al día, a la lluvia, y a la monotonía del resto de la gente...

2.4.10



¿Señales?

Cuantas más experiencias vive uno, más se va dando cuenta de hasta que punto la Vida -ese intangible y misterioso fenómeno que a todos nos envuelve y en el cual vivimos- nos hace ser partícipes de momentos, de encuentros y de situaciones que, de no ser uno tan escéptico y probar, meditar y pensar detenidamente todo, podrían calificarse de mera superstición o burda creencia.

Bien es cierto que estamos rodeados de energía, y que esa misma energía que hay en todo, también está en nosotros como seres humanos -igual que hay carbono en todo el Universo y en todo nuestro cuerpo por extensión-. Ya un tal Semyon Kirlian -técnico electrónico- reparando un aparato electrónico recibió una descarga, tras la cual su mano quedó envuelta en una aureola blanca de luz. Con excitación y miedo a la vez, llamó a su esposa, y decidieron repetir la experiencia, obteniendo el mismo resultado una y otra vez. Lo extraño, es que su halo de luz era irregular, y el de la mano de su mujer, regular y de un color diferente. Hecho que atribuyeron al delicado estado de salud de él y al perfecto de ella.

Karl Pribram, neurofisiólogo austríaco, nos habla de un cerebro y un Universo holográficos -donde una parte representa al todo, así como un grano de arena es grano y playa a la vez-. Lo que lleva a comentar que la física cuántica ha demostrado que se puede hacer reaccionar a un átomo o molécula desde una punta a otra del planeta, sin haber contacto entre ambas en el momento de hacerlo. Lo cual desemboca en lo siguiente: dos mentes, dos corazones, dos cuerpos en definitiva, pueden sentir y transmitirse energía, pensamientos y emociones, sin importar la distancia que pueda haber entre ellos. ¿Magia? ¿Superstición?. Ciencia, para aquellos que gusten de pruebas además de moverse en el terreno de lo cuasi increíble.

Estamos conectados por una Energía que lo mueve todo e interacciona con todo. Por experiencia propia, cuando deseamos con mucha fuerza interior, y pensamos y ponemos imágenes mentales y sentimientos, en conseguir algo, suelen ocurrir determinados acontecimientos, o suceder ciertos encuentros, que nos ayudan o encaminan de alguna manera a conseguir eso que hemos deseado.

Circunstancias que nos hacen pensar hasta que punto podemos transformar nuestras vidas por medio de como actuamos, pensamos y sentimos. A través de las relaciones que establecemos con otros seres humanos, y de como dejamos que otras personas entren en nuestras vidas.

Pensad por un momento en un hipocondríaco extremo. Cuanto llega esa persona a "creerse" enferma, que acaba por modificar su estructura molecular, su estado físico, y enfermar. Ahora veamos el contrario.

Si podemos conseguir lo anterior. ¿Qué nos impide mejorar nuestra vida, relaciones, salud, emociones y nuestra mente? Absolutamente nada.

He comprobado personalmente, que una actitud positiva ante la vida, el sincero e intenso deseo de encontrar gente que mejore nuestra vida o nos haga progresar y crecer como personas, hace que al final haya acontecimientos que precipitan esa mejora. He experimentado personalmente como deseando algo con mucha fuerza, si estaba dentro de lo que tenía que suceder en mi vida, ha sucedido, de manera natural, espontánea.

Hagamos por crear experiencias positivas en nosotros, y en todo cuanto nos rodea. La Vida está ahí, esperando, a que estemos receptivos, para enviarnos las señales necesarias para dar sentido a todo cuando nos sucede.

Por mi parte, decir que, SI CREO EN LAS SEÑALES.