17.2.09

De idas y venidas, borrados y encontrados...

No hay problema. Reiniciando texto...

Justo cuando voy a subir un texto para el blog, y teniendo en cuenta que tras pasadas experiencias siempre selecciono el mismo y copio -pues ya se me han borrado líneas algunas veces-, esta vez, de tan concentrado como estaba escribiendo, pletórico tras haber completado una historia, un texto, en poco tiempo y a mi gusto, le doy a la bendita -¿bendita?- tecla del "publicar entrada". Lógicamente, había escrito todo en la página de escribir en código html -o sea, el lenguaje de programación de páginas de Blogger-, y, como no, sin copiar o guardar el texto primeramente.

Y he aquí que todo se ha perdido en la inmensidad del ordenador, con lo cual todo me lleva a pensar que mis palabras no querían ser publicadas. Si. Quizá tengan vida propia. Quizá no soy yo el que ideo unas frases, sino que la historia está ahí esperando el momento, y si no es el momento, pues no sale. A veces escribir algo cuando no es el momento, o contar una historia cuando hay otra que lucha por conseguir su lugar, tiene estas cosas.

Hasta que punto somos dueños de nuestros pensamientos. ¿Pensamos y por eso actuamos, o porque surge la oportunidad de actuar es que pensamos?. Por un momento, intuyo que podemos pensar y dominar los pensamientos, más cuando algo está por salir, y es su momento preciso, irremediablemente las circunstancias se conjuran para que se haga presente. Ya algunos escritores afirman que, una buena novela, les surgió mientras comenzaban a esbozar muchas otras, que por azares de la vida e intervención de las musas, nunca empezaban, hasta que un buen día, sientes algo en tu interior, preparas un buen café bien cargado, y los dedos escriben como si les fuera la vida en ello, temiendo perder el hilo argumental que sale espontáneamente.

Eso me acaba de pasar a mí. Deseaba introducir un nuevo texto en el blog. Ya había escrito y borrado varios comienzos, y cuando por fín le doy forma a un escrito, este se rebela, se autodestruye para hacernos conscientes de que hay que dar un giro. De nada sirve pensar en las ideas que  pensamos para poner en palabras, pues ya no vuelven. Se disuelven en la bruma de la mente. Y surgen otras nuevas, más frescas, más vivas. Totalmente diferentes. Cambio en la estrategia que tiene nuestro Ser para hacernos ser conscientes.

Y decidimos que, aunque no le veamos conexión alguna al texto que va surgiendo con el anterior, entendemos que este es realmente el texto que aparecerá y será publicado. Y así es.

Estás experiencias le hacen pensar a uno, a mí al menos si. ¿Y a tí?