4.9.08

Renuévate por dentro


La semana que viene me pondré manos a la obra para desintoxicar mi cuerpo por dentro, hacer limpieza y quitar una buena cantidad de excesos que me sobran. Y todo ello mediante un método sencillo, fácil de seguir con un poquito de voluntad y con la recompensa de sentirte y sentir que tu cuerpo funciona mejor tras hacerlo.

Se trata de una cura -limpieza- del organismo, a base de savia de arce y zumo de limón.

El cuerpo humano, normalmente, se llena de multitud de sustancias, tóxicos en mayor o menor medida, o partículas que acumula e impiden un correcto funcionamiento del mismo, o bien que este realice sus tareas normales de manera no tan eficiente. Lo ideal sería poder hacer como con la maquinaria de una empresa, que para en determinados días, para hacer revisiones, y aprovechar para limpiarla por dentro para que vuelva a funcionar perfectamente. Sacar los restos de materiales inservibles, o que se quedan en zonas donde no son necesarios.

Pues bien. Esto es lo que hacemos con el cuerpo al pararlo al hacer esta cura. El cuerpo, que normalmente está casi las veinticuatro horas del día procesando alimentos y componentes químicos, al pararlo unos días, deja de hacer esas funciones. Y concentra todos sus trabajos en cosas que no puede hacer normalmente, como quitarse toxinas y expulsarlas del cuerpo. E ir limpiando diferentes zonas del mismo.

El proceso suele llevar de 7 a 10 días. Toda persona que no esté segura de estar en ese momento con unas buenas reservas de elementos necesarios, sería bueno que se hiciera algún análisis para comprobar si le falta algúno de ellos -vitaminas, minerales, oligoelementos, etc-. Una persona con buena salud, y que no haya salido de algún problema físico importante, pues, puede realizarla.

Y en qué consiste? Pues es sencillo: se trata de ingerir exclusivamente durante ese tiempo -7 o 10 días- un preparado elaborado a base de sirope de savia y palma mezclado con zumo de limón y agua al que se añade un poco de canela y una pizca de cayena picante. Mezcla que será nuestro único alimento durante esos días si bien podemos tomar, paralelamente, algunas infusiones.

La ventaja que tiene este sistema de desintoxicación es que quita la sensación subjetiva de hambre y que, en el tiempo de la cura, se pierde peso, incluso hasta 5 o 6 kgs. Y lo más importante: no sólo no se sentirá cansado sino que comprobará que tiene más energía. Incluso se sentirá más ligero y dormirá mejor.


La razón es simple: la mezcla contiene la mayor parte de las vitaminas, minerales (potasio, sodio, calcio, magnesio, zinc, manganeso y hierro), enzimas y demás oligoelementos que el organismo necesita. La grasa, obviamente, la sacará de los depósitos acumulados en el cuerpo, quemándolos. Y en cuanto a los hidratos de carbono del sirope de savia -fructosa y glucosa- son naturales porque no contiene azúcar artificial alguno. Por otra parte, el limón -también importante fuente de minerales y vitaminas, especialmente de la C- es un antioxidante natural que ayuda en la eliminación de los depósitos grasos y mejora la actividad del metabolismo. Además de ser un buen diurético. En cuanto a la cayena, además de contrarrestar el fuerte sabor dulzón del sirope de savia es una buena fuente de vitaminas del complejo B, disuelve flemas y regenera la sangre.

Prepararlo es sencillo:

Utilice una botella de litro y medio o dos de vidrio o plástico. Tras lavar bien su interior, use un embudo y vierta en ella el contenido de 12 cucharadas soperas grandes de sirope de savia de arce y palma. A continuación exprima cuatro limones grandes y eche el zumo en la botella. Después añada una pizca de cayena picante molida (la puntita de una cucharadita de café). Para terminar, y a fin de darle un toque de sabor, puede añadir media cucharadita de café de canela en polvo. Rellene después el resto de la botella de agua y agite fuertemente la mezcla. Y listo. Esto sirve para todo un día -durante el resto del día, agua, y algunas infusiones-.

Si a partir del segundo día notáis la lengua pastosa y espesa, eso es símbolo de que está el cuerpo eliminando lo que le sobra. No os preocupéis. En alguna gente el aliento huele un poco. Lógico, la porquería acumulada, al sacarla, huele. Tampoco hay problema con eso.

El estómago no precisa usar su tiempo para digerir continuamente. El riñón aprovecha para filtrar mejor. El intestino por fín descansa -que no suele hacerlo- y se regenera. Y así con otras muchas partes del cuerpo.

Es importante valorar el vivir con calidad de vida. Y, hay que reconocerlo. Cometemos demasiados excesos en nuestro cuerpo, sobre todo con la alimentación. Nunca está de más parar un poco y limpiar nuestra maquinaria. ¿Te animas?

19.8.08

¿Toda mi familia? Es posible!




Como veis, saco a relucir -viendo la imagen- todo mi arsenal tecnológico. Hay más, por supuesto, pero digamos que esto es lo imprescindible para cualquier viaje que se precie (falta la cámara de fotos, es obvio que con ella sacaba la imagen). Nada de ello es necesario, si acaso el móvil, y solo por si ocurriera una urgencia pues viene bien poder conectar con servicios de ayuda.

Me llevo música, pues mi corazón sin algo de música se muere hasta en la fiesta más apañada, y de paso algunas películas en un reproductor -quien iba a decir que cabía tanta historia en un ingenio algo más ancho que una tarjeta de crédito-. El móvil, que también caza y captura momentos mágicos. Y la cámara de fotos -la quiero con locura, pues ha inmortalizado paisajes y personas de toda España y buena parte de Portugal-.

Os estaréis preguntando... ¿Y este incansable viajero, a donde se va?

Pues me voy... a una celebración en plan "famiglia" italiana -clan, más bien-. Algo que no me imagino como va a ser pues "así" no lo había vivido antes. Como si el "cappo di cappi" llamase a reunión, y acudieramos todos por imperativo -el patriarca obliga-. Nunca mejor utilizado el símil italiano, pues hasta gente de Italia vendrá al evento.

Uno de los hermanos de mi padre, el cual vive en León, celebra sus bodas de oro. Bien. Hasta aquí, todo normal. Ya nos intuíamos los sobrinos, hermanos y personas más allegadas que habría algo diferente, pues mi tío, ex-director de banco él, casado y sin hijos, ya dejó caer que quería algo grande, que quedara en nuestro recuerdo para siempre. Y a que negarlo, en la actualidad, están mís tíos desahogados en cuestiones monetarias.

Así como quien invita a los amigos de la partida de mus, escribió entre parientes -cercanos, lejanos y extraterrestres- y amigos suyos de mucho contacto, más de ciento cuarenta invitaciones -140!!!-. Y le dijeron que sí más de ciento veinte. Con que de parientes varios, vayan más de ochenta, ya da para conocer familia, ya. Que serán más.

Ya contaré si da para una entrada en el blog a la vuelta. Dos días -SI!!! DOS DÍAS!!!- en los cuales habrá comida, celebración de boda, banquete, fiesta nocturna, unas horitas de sueño, y comida al día siguiente. Al más puro estilo bacanal romana, imagino. Sin reclinatorios ni vestales sirviendo las viandas, más todo un contínuo de eventos.

Será especial, eso seguro. El buen gusto y la sencillez a la par que la generosidad y abundancia son las señas de mis tíos, capaces de organizar la mejor comida del mundo, y que tu cabecita se vaya después a la cama creyendo recordar haber comido en el fogón de la abuela, como cuando uno era niño. Es lo que tiene la gente humilde a la vez que grande, que han sabido seguir siendo ellos mismos después de haberse visto favorecidos por la Vida en el aspecto material y en otros también.

Os dejo, voy a seguir repasando la lista de cosas que quiero llevarme, y la lista de cosas que no quiero olvidar hacer una vez esté allí. Como por ejemplo, intentar hacerme fotos con todos los grupos de gente, y poner una reseña de quién representa cada uno. A ver si lo consigo, entre tanta gente.

Nos os alejéis mucho, volveré en unos pocos días, con las manos y la cabecita llena de experiencias que contar...

7.7.08

Un nuevo espacio



Indicaros, desde este mi espacio personal, que en proceso, y como no, en breve, comenzará a funcionar un espacio más mio. Intentaré que no sea tan elaborado como éste -o sí, pues todo está en contínuo movimiento-, más será universal. Recibiré comentarios, historias, opiniones y vivencias del mundo, compaginándolas con pequeñas pinceladas o ideas que den forma al mismo. Ya diré algo!

26.6.08

Lisa Kelly (May it be)

Si somos capaces de crear tanta armonía, se puede cambiar y mejorar el Mundo...

23.6.08

Galletitas...





Redondas. Saladitas. Con dibujo. Bañadas en chocolate. Con sabor a canela. Tradicionales. Tan "kitsch" que dan miedo hasta mirarlas. ¿Pero eso son galletas?.

Como dice mi compañero de trabajo, pueden faltar muchas cosas en la nevera, incluso las de su huerta. Pero que no le falten sus galletas del supermercado "x". Es un ritual. Es una costumbre. Es que están tan ricas -a su manera-...

Dicen los entendidos en nutrición, que las carencias del cuerpo humano a nivel alimentario, lo compensamos comiendo alimentos que nos aportan eso que nos falta. Que el cuerpo, sabio él, no te pasa una lista, pero te hace desear aquello que necesita. Y en parte, es cierto.

Bien es verdad, que también la vía compensatoria emocional que han observado los psicólogos y estudiosos de la conducta humana se da en este caso. Carencias emocionales, obsesiones, momentos positivos o negativos, nos hacen comer más, menos, o según que alimentos.

Una tercera vía que también influye, es la puramente física. El instinto de supervivencia, en según que momentos -de peligro, de tensión ante un jefe, de falta de tiempo, etc- hace que el cuerpo gaste reservas, bien de líquido o de algún nutriente que el mismo cuerpo tratará de compensar después con la aparición de ese deseo hacia un determinado alimento.

Es curioso como el cuerpo humano, y la mente, en algo tan trivial -y tan importante a la vez- como elegir qué comer, lleva tal grado de sincronía. De hecho, si aplicamos la consciencia y aprendemos a escuchar a nuestro propio cuerpo, este nos avisará incluso cuando necesite curarse de algo o prevenir alguna cosa, mediante la petición de este o aquél alimento.

Esas galletitas tan ricas. Quien no ha degustado -pasando el tema al puro placer y al recuerdo- las galletas "María", esas que con la leche del desayuno hacían feliz al niño más chulo del mundo. Eran redondas, con esos agujeros por los que salía la Nocilla cuando poníamos la capa demasiado espesa entre dos de esas apetitosas galletas. Luego llegaron rectangulares -toda una novedad-, y nuestros padres se lanzaron a por ellas, pues encajaban muy bien en los galleteros.

Después llegó el apuesto "Príncipe". Y ahí llegó la perfección hecha galleta -en aquella época- para cualquier crío/a que se preciara: ¡Qué economía de trabajo! ¡Qué paquete más apañado para acompañarnos al "cole"! ¡Ya venía rellena, y con un delicioso y dulce chocolate! (abstenerse los muy golosos, este texto puede provocar irrefrenables deseos de atacar el frigorífico)

La sociedad de consumo, ávida de darnos nuevas sensaciones, y hacernos creer en algunos casos que rozábamos el ideal físico, nos inundó con un repertorio de nuevas variedades y sabores. Con trozos de fruta, bajas en calorías, con calorías de más para los que no se les ve de perfil detrás de una escoba, mitad de chocolate y mitad helado de fruta de la pasión -si no se te pone cara de Charlize Teron tras comértelo te devuelven el dinero-, con vitaminas A, B1, B6, K, minerales, Omega 3 -y hasta 4 si bates el récord-, y así un sinfín de maneras y modos de presentarlas.

Con todo este lío de formas, colores, olores y sabores. Con todos los argumentos, válidos y subliminales, reales e inventados. Con su refinamiento y maestría en la preparación de tan sencillo y a la vez renovado alimento.

Hasta Obélix, uno de los mayores tragones de la historia -en este caso animada en dibujos-, gustaba de esas "galletitas", tan, tan ricas -acompañadas de jabalí, como no podía ser de otra manera en él-.

Y vuelvo al armario de la cocina, cojo algunas galletas, y me dispongo a degustarlas, con la radio de fondo, la mente puesta en mi infancia, y el recuerdo del sabor de antigüo, de platos de porcelana y vaso grueso, de leche recién cocida en la olla y limpia de nata, y paño de cocina al cuello para no manchar el jersey de los domingos -que ya se mancharía jugando a las canicas con los compis en la arena-...

15.6.08

Salta tu fuego sin miedo...



Hoy, muy temprano pues he tenido que estar de noche en vela, he llegado a casa con ganas de subir algún texto al blog.

Nada. Que no me viene ninguna idea. Pero siento que hay algo en el ambiente. La musa que me ronda me hace intuir que algo surgirá. No sé como funciona, pero funciona. Ojeo el "Google", en busca de imágenes, escribo palabras sin sentido -kaili, amutu, roirisa-, y dejo que sea La Red la que me muestre imágenes.

Una bella japonesa -muy hermosa, os lo aseguro-, me mira fijamente. Se llama Kaili, y no sé más, pues el texto viene en japonés. Pero creo que es decoradora de espacios. Interesante. Otra palabra más. Esta vez aparece el logotipo de una compañía canadiense de servicios. Para mí que mi musa estuvo ayer conmigo tomando bourbon, y también ha dormido unas dos horas, y fuera de casa. Mejor dejo esa opción, que me lleva por un camino cada vez más incomprensible.

Por fín la inspiración, esa intuición personal e interior, siente algo. Conéctate, vamos, ahora Víctor, ahora, abre el Msn aunque sean las nueve de la mañana del domingo. Bingo, una amiga de La Red que es una persona interesante y sorprendente -va por tí, Sussan-, está al otro lado. Tras un saludo cariñoso con la alegría que me transmite siempre, me da la idea. ¿Será que mi musa y mi amiga tienen algo en común? Todo puede ser.

Está de mudanza. Se ha dado cuenta de que necesita su espacio, donde poder tener sus momentos, y poder expandirse un poco más. Realiza cambios en su vida también. Ha aprendido a soltarse, desprenderse de lo viejo y dar paso a lo nuevo.

Es interesante ver como necesitamos, en este proceso de cambio constante, mirar lo que llevamos incorporado, examinarnos, para así deshacernos de cosas, personas y experiencias que ya no nos sirven, no nos aportan nada, o nos lastran e impiden avanzar. Cuando uno ordena y limpia un armario, y quita lo que no sirve, queda espacio para la ropa nueva. Asimismo, dejamos que personas que estaban en nuestra vida, sigan su camino, y permitimos que entren, o la Vida nos trae, nueva gente, con su aportación a nuestra experiencia vital.

En estos días llega San Juan, con sus hogueras. Antigüamente, sí significaban ese desprenderse. Cada uno de los que contribuía en la hoguera, solía poner un mueble de madera -aunque fuese una simple y vieja silla-, para dar a entender que no le  tenía apego a lo material, que podía ir y venir, y sufrir cambios. Y una vez en el fuego, saltar por encima de él, dejando de lado los miedos, y renovándose por dentro, resurgiendo del fuego la persona renovada.

Quizás este sea un buen momento. Plantearte cambios. Y realizarlos. ¿Qué puede pasar? ¿Que entre algo nuevo en tu vida? ¿algo maravilloso que no esperabas? ¿Conocer y compartir con esa persona que al fin te descubre su manera de vivir? Y eso es solo el principio. Las posibilidades, son infinitas.

Siempre hay algo de lo que desprenderse, algo que desaprender para aprender algo nuevo, ver si las personas que hay en nuestra vida nos aportan algo o hay que dejarlas marchar. Es positivo hacer limpieza de vez en cuando. ¡O hacer que la vivienda tenga habitación de invitados!.

11.5.08

"Life of a Dollar" (Rebecca Lynn Howard)

La Fuerza e Intensidad de lo sencillo... donde los corazones se encuentran, los espíritus se unen, y el Universo nos enamora... donde rompe la tormenta, y el viento aúlla... donde llora un niño, y ríe un anciano... hay TANTO POR VIVIR CADA DÍA...

20.4.08

Va de cuentos...



Sacado de mi memoria, de esas antiguas historias que todos tenemos en mente. Que unos personalizan en la India, otros en China, y otros en lugares ya desaparecidos, en algunos casos mágicos, o especiales. Hoy me he acordado de una, y, aunque seguramente muchos la hayáis leído o escuchado, la recordaremos:

“Gobernaba en una lejana provincia del norte, donde los meses de invierno pasan lentos, tan lentos como solo la Tierra puede sentir el cambio de las estaciones a través de los siglos. Vivía tranquilo, ocupado en sus ciudadanos, en sus cotidianos problemas y asuntos. Más tenía fama en toda China, de persona ecuánime, de gran maestro y enorme espiritualidad, y de ser justo en sus decisiones y veredictos, tanto políticos como personales.

El emperador, deseoso de resolver una duda, y sabiendo de la sapiencia del gobernador, le envío recado de venir a palacio: “Así conocerás el palacio del sol, serás mi invitado, y me ayudarás con un asunto que me traigo entre manos”.

El gobernador, fiel servidor del reino de Yuan y del emperador, dispuso todo y viajó a la capital imperial.

Una vez allí, tomó reposo, se vistió con las mejores galas, y cenó con el emperador y su corte. Una vez degustados los postres, y tras tomar un delicioso y antiguo licor de arroz, el emperador le expuso su cuestión: gobernador, quizá tu sabiduría pueda ayudarme a resolver el siguiente acertijo. He enviado mensajeros por todo el imperio, para que me trajeran las calaveras de tres personas muy sabias, o por así tenidas. ¿Cuánto tiempo necesitáis para saber cual de las tres personas era verdaderamente sabia?.

Su celestial majestad. Dadme un día, y tendré la respuesta para vos

Así se hará -respondió el emperador-. Volveremos a reunirnos mañana, para la cena, y me daréis una respuesta.

A la noche siguiente, una gran expectación siguió a la cena. Ningún cortesano quiso perderse la respuesta del gobernador, más teniendo en cuenta que podría ir en contra de lo averigüado por el emperador.

Por fín, habló el gobernador: Mi señor celestial. Ya tengo la respuesta a tal acertijo -y le adelantó una de las tres calaveras-. Es esta.

¿Cómo lo sabéis? -preguntó intrigado el emperador-.

Fácil -dijo este-. Pasé un hilo que no se doblase por el oído de cada una de ellas. La del primero, salió por el otro oído. Por tanto era una persona que lo que escuchaba le salía por el otro oído. La segunda, sacó el hilo por la boca. Con lo cual, todo cuanto este oía, lo contaba sin problema.

¿Y la tercera? -dijo el emperador curioso-.

La tercera…al pasar el hilo por la oreja, bajó en dirección al corazón. Con lo cual lo que esta persona oía, primero lo procesaba en su interior, antes de soltarlo o contarlo sin medir el alcance de sus actos. Por esto se que esta persona, fue la más sabia de las tres en vida.”

Cuantas personas están en el mundo, en nuestra vida, en reuniones de amigos. Y cuantos no practican el “arte de escuchar”. Poner corazón y mente en lo que escuchan. Tratar de comprender. Ponerse en lugar -empatizar- del otro. Interiorizar lo vivido y recibido antes de decidir que no sirve o utilizarlo con otro fin.

Pongamos el “arte de escuchar” en nuestras vidas. Entrenémonos, practiquemos, hagamos normal esto, que sea algo integrado en nosotros y no algo puntual.

¿Me has escuchado? Bien… me alegro.

21.3.08

Muévete! Estás vivo!

¿Cómo? ¿Qué no vas a bailar como si nadie te estuviera viendo? Mejor aún ¿Qué no vas a bailar como sientes que quieres hacerlo aunque te estén mirando? ¿Y a qué esperas?

Acción y Vida

Ultimamente, todo se mueve dentro de mí. Estoy descubriendo el potencial latente que tengo, y que me permite despertar más y más a todos los niveles, físico, mental, emocional y espiritual.

El ser humano evoluciona en la medida en que trabaja y mejora estos aspectos, y los pone al servicio suyo y de otras personas. Un cuerpo sano es la base que nos permite movernos por el mundo, y ser conscientes de las sensaciones que este mundo nos transmite, permitiéndonos conocernos más y mejor a nosotros y al entorno. Así como cuidamos el motor, la pintura, el esqueleto de nuestro automóvil, pues sino no podría llevarnos ni aguantar cuanto precisa, así nuestro cuerpo precisa de una correcta alimentácion, de ejercicio, de revisiones, de cuidado.

También es importante cuidar y trabajar nuestra mente, y por extensión, nuestros pensamientos. Una mente sana, inquieta, curiosa y trabajada, nos permite estar más atentos a todo cuanto nos pasa y cuanto ocurre en nuestro entorno, nos ayuda a desarrollar la disciplina necesaria para responder a los desafíos de la Vida, y afrontarlos, nos permite aprender de las experiencias, y despierta la intuición, puerta de una mayor consciencia del Ser que hay en cada uno de nosotros.

Muy importante también es nuestra parte emocional, instintiva, sensorial si se quiere -conectando con las partes física y mental-. El progreso y trabajo emocional, nos prepara para soportar los golpes de la Vida, nos enseña a mejorar nuestras relaciones personales, nos abre la puerta del conocimiento a través del sentimiento y saca lo mejor de nosotros mismos, permitiéndonos sentir de manera sutil y entender, la información que nuestro cuerpo recibe y las ideas, experiencias y pensamientos que nuestra mente procesa.

Y al trabajar, mejorar y sublimar el físico, la mente y las emociones, estamos preparados para conectar con el plano espiritual, donde se integra todo lo anterior, donde surge la Solidaridad, al entender que no evolucionamos hasta que podemos transmitir a otros esta sabiduría, este conocimiento, y así ayudar a despertar y a moverse a otros seres humanos. Pasamos a entender que el conocimiento adquirido no debe ser algo secreto, ni cerrado, ni oscuro, ni algo que precise de complicados ejercicios y rituales. Entendemos, que el sentido y la magia de la Vida se expresan al compartir con otros, al permitir que cada persona sea en esencia lo que siente que quiere y desea ser, y desde nuestra experiencia ayudamos a que esa otra persona crezca y se desarrolle en todo su potencial.

Estoy comenzando a provocar una revolución -entendida como un despertar de la consciencia y del Ser-, en mi y en cuanto me rodea. La gente del trabajo, mis amigos, me preguntan qué estoy haciendo. Se sorprenden de verme tomar decisiones que consideran arriesgadas, descubren una coherencia en mis actos aun cuando no vayan con lo tradicionalmente establecido, algunos se asustan y otros se alegran al verme mostrar mi interior limpiamente, deshaciendo ataduras, rompiendo moldes, quitándome en la medida de lo posible limitaciones. Mi gente descubre a una persona nueva. Viva y despierta, y a la vez tranquila. Decidida, y a la vez paciente. Con rabia, y energía, y muchos momentos de ternura.

Estoy comenzando a ser más y más solidario. A compartir más mis conocimientos, mi trabajo, y todo cuanto se y he aprendido y aprendo de la Vida y sus gentes. Cada uno de nosotros está en un nivel determinado de trabajo, bien aún por su parte física, ya abriendo y entrenando su mente, ya imbuido en lo maravilloso de relacionarse y compartir, o bien trascendiendo y elevando todo esto a un plano sutil.

Seamos capaces de actuar, despertemos de la pereza y el conformismo. Abramos nuevos caminos, y recorramos algunos abiertos por otros, pues pueden sernos útiles. Aprovechemos cada día al máximo. Tenemos un cuerpo que nos permite hacer infinidad de cosas, sentir, incluso amar en la sexualidad. Tenemos una mente que está al diez por ciento aprovechada… imaginémonos cuando lleguemos a un 30 por ciento donde estaremos. La Vida nos permite sentir y percibir las emociones de los demás, y cuando estas son positivas, algo muy intenso y grande nos invade por completo. Y cuando el Ser despierta, conectamos con el centro, con el Universo, con Dios, con lo que cada persona entiende es la razón de nuestro paso por la Vida. Vivir, y servir ayudando a otros a vivir. Si es preciso, renunciando a lo que nos sobra, a lo que nos pesa y nos limita. Si es preciso, desaprendiendo algunas cosas y aprendiendo otras nuevas o a hacer las viejas de manera diferente.

Quiero llegar a viejo, y sentirme y saber que sigo siendo joven, de mente corazón y espíritu. Se que voy a llegar a viejo, y me sentiré joven…

7.3.08

De números y extravagantes historias...


1’226 segundos. Según el icono que tengo en mi esquina de Firefox, esto tarda en cargarse la página de mi blog. Inconscientemente -o quizá “muy” conscientemente-, miro ese dichoso numerito. A veces pienso lo corto que puede llegar a significar un momento. 1’226 segundos.

Si fuera un proboscídeo -vulgo elefante, o sea, para el común de la gente-, quizá el tiempo de procesar que realmente quiere levantar una pata para después moverla, le supondría todo ese “cuasi” segundo largo. Para ciertos tipos de amebas y bacterias, es la mitad de su vida. De “toda” su vida, pues su supervivencia depende de momentos de esa duración.

Un corredor de los 100 mts., realmente anhela y suspira por volar cual rayo hacia la meta. Digamos que los puñeteros 1’226 segundos -si, ya me están empezando a parecer inútilmente cortos-, le sobran. Daría lo que fuese por que no existieran. “Dios, si no los hubiera perdido, ahora no sería quinto en vez del favorito ganador”, resopla el armario negro de metro noventa tras darse cuenta de que le han pasado todos en la meta en ese espacio de tiempo.

Quizá en Nueva Zelanda -por irnos a las antípodas-, una persona acaba de salvar su vida gracias a que un médico le reanimó tras un infarto o un repentino paro cardíaco. Si señores/as, el segundo 226 centésimas más apreciados en la vida de una persona. La diferencia entre seguir vivo o estar muerto. Que ironía, lo odioso que puede resultar un instante, o por el contrario, lo importante que se vuelve, según sea el caso.

Puede ser el tiempo que te salva de estamparte contra la parte trasera de el vehículo que llevas delante. Si te fijas -con perdón del respetable-, suele ser el tiempo que dura el “cuesco” -entiéndaseme el pedo- de unas judías con chorizo bien digeridas. Alguien dijo el otro día que gracias a ese 1’226 segundos, su caballo de carreras le hizo sentirse especial por un día, al haber ganado su pequeña apuesta que sin importancia hizo -cuando nunca le han gustado las carreras de caballos-. Esta noche habrá cena en un sitio chulo con su mujer, gracias al número 8, “Rayo”. Bendito caballo, si señor.

Sinceramente, tengo un público de lo más agradecido. Me animáis, con vuestros correos y comentarios a que siga escribiendo, desde la maraña de papeles y ventanas de mi ordenador. Lo dije, y lo hice de nuevo. He mirado a los 1’226 segundos del icono de carga de mi página de Firefox. Ooops! Vaya… se ha actualizado y ya es otro número. Este para otra extraña y rara historia. Faltaría más…

23.2.08

Aki's Love

Mi padre...


Es sábado. Entro en el salón de la casa, y allí, en la mesa, con la cabeza ligeramente inclinada hacia delante, medio dormido, medio intentando leer el periódico, mi padre. En abril hará 88 años. Toda una vida. Lo miro con cariño. No habla mucho de que espera ya de la Vida, o como desea llegar a lo inevitable. Se me han humedecido los ojos esta mañana. Le agradezco tanto su compañía, su amor, sus desvelos, sus preocupaciones, sus cabreos…

Si, ya se. Se supone que iba a empezar con una entrada ingeniosa, con un punto irónico, y allí está él, que me ve y me llama para decirme que le diga que le pondría yo al “Osasuna - Atlético de Madrid”. Sabe que no me atrae el fútbol. Pero se emociona con pequeñas cosas, y una de ellas es hacer una quiniela, como él dice “porque ya soy muy viejo, y estaría bien que os dejara de herencia un premio como este, ¿que no?” Como no apreciar su sentido tan peculiar de lo que es amar a los hijos.

El otro día vino a verlo la enfermera, para sacarle tapones de cera de los oídos, pues oye poco el abuelo. Le dijo que aunque tuviera la rodilla fastidiada y le duela, que camine. Que no se quede sentado todo el día. Y el se mosquea, sobre todo si se lo dice el médico y delante de nosotros. Claro que yo lo entiendo. Si te rueda un tronco de árbol en la Amazonia mientras estás con los indios, y te da en la pierna, como que te hace algo. Si te caes dos veces al Orinoco hace 40 años, cuando era en canoa y con pirañas por todos lados. Si te ataca un puma -jaguar- en plena sabana venezolana. Pues ahora como que no quiere preocuparse por su rodilla. Son cosas que pasan, claro…

No, si al final va a resultar que mi padre va a salir más en este blog que yo. Él sí que ha vivido experiencias de las que salen en documentales de Odisea. Yo espero vivirlas también. Todavía me quedan cincuenta y dos años para alcanzar su edad. Toda una Vida, os lo puedo asegurar, para sentirla correr en mi interior, y expresarla en este Mundo.

Es sábado. Aún tengo algo de tiempo. Os dejo, de momento. Vuelvo a entrar en el salón…

3.2.08

Más y más cambios


Situaciones cotidianas… Reconozco que esta no lo es. Supone un cambio en mi vida, o quizá no sea un cambio, dependiendo de qué rumbo tomen los acontecimientos. No me queda otro remedio más que afrontar la situación, y sacar una experiencia de ella. Os estaréis preguntando. ¿Y de qué se trata?

Pues lo contaré brevemente -se supone que os estoy revelando secretos de estado, según lo firmado con el jefe. O sea, que es un post “Top Secret”-.

Liquidamos la empresa. Mejor dicho, la liquidan mis jefes. Para abrir otra limpia de historias, en otro pueblo a 50 kms de la actual. Como jefes a la usanza de que lo que importa es el dinero -siempre y cuando les llegue a ellos primero-, pues el que quiera cambiar a la empresa nueva, tiene que renunciar a su antigüedad en esta -liquidación, te echarán de menos-. Los que hemos decidido quedarnos, liquidaremos, cobraremos, y, quien sabe después. En mi caso me quedo. 12 años de trabajo te dan ciertos derechos -y un pelín de dinero, claro está-. Igual se van a la m….., porque ya se queda al menos una cuarta parte de la oficina. Y somos alrededor de 90 personas -solo en oficina-.

Me viene a la mente un compañero -Pedro, Osi entre él y yo-. Según él, todo lo que le pasa, es porque Dios se lo envía. Todo. Ni una pizca de libre albedrío. Cero patatero. O lo tomas, o lo tomas. Le han pedido que se vaya con los nuevos, le han insistido. Será cosa del de arriba, que me lo quiere así. Hay sensibilidades respetables. Pero por favor, yo prefiero elegir por mi mismo, aunque me equivoque y tenga que rectificar.

Si al menos hiciera el suficiente frío en esta Murcia City, podría decir que se les ha enfriado la sesera -o sea, la cabecita, el perol, la mollera, el tarro…-. Pero no. Con días que alcanzamos en enero los 20 grados, no me vale como explicación. Para mí que ya vinieron así cuando los compramos.

Pero ya basta de hablar de trabajo. Hoy, mi sobrina de 10 años, para variar, me ha dicho que estoy un poco loco. Según ella, yo soy una persona mayor -ja, mayor con 36 años!-, y no ve claro el que juegue con ella a sus juegos, me atreva a tararear y cantarle canciones de Disney, el que le gaste bromas… En el fondo la comprendo. Solo tiene dentro de su entorno familiar gente aburrida, cansada de la Vida, sin ilusiones, sin metas, gente vaga y perezosa, o con ideas pasadas de padres a hijos que no han sabido mejorar y transformar aún.

Dejaré que siga de momento la pequeña pensando que estoy un poco loco. Con el tiempo entenderá que ese tipo de locura te ayuda a sentirte y mantenerte muy vivo.

Ah, y mi mejor amiga se ha comprado un portátil. Por fin. Ya la picaré para que escriba en su espacio personal. Y me regale un texto para mi blog. Una poesía quizá. La mujer tiene fuerza interior para escribir lo que siente, y siente y vive de una manera especial. Bien por ella. El número de estudiantes para sabio conectados a la red aumenta…

Nos vemos!.

13.1.08

Violin Sue Aston Cornwall Home Coming Celtic Music Violin

Cerrad los ojos, regalaos esta música!

Tiempo, Vida y Experiencia (¿o no?)

Mientras las notas del violín entran en mis oídos, y un escalofrío recorre todo mi Ser… me acabo de emocionar con esta música, al tiempo que dejo que mis dedos escriban, más es mi corazón el que escribe. Creo que tendré que poner en modo repetición la música, pues cuatro minutos no dan para expresar tantas emociones, tanta belleza, tanto como hay dentro de mí, que siento y vivo a cada instante.

Los momentos más intensos de mi vida, ocurren en las experiencias más simples y cotidianas de mi vida. Amigos que te llaman para preguntarte por cualquier cosa sin más importancia que el hecho de querer hablar contigo. Compañeros de trabajo que en todo el día te dicen un: es buenísimo!, en referencia a algo que expresaste en el momento adecuado, sin sabe porque, y que despertaron en otra persona su parte más emocional y emotiva.

Gente que ves por la calle, con sus vidas, sus problemas y sus alegrías. Gente que alienada camina por las calles, mientras voy sonriendo, contoneando el cuerpo al ritmo de la música que entra en mi Ser y en mis oídos. La gente mira, extrañada, a ese ser dotado de una “excesiva alegría”. Algunos, miran con ojos de deseo. Si. Desearían poder sentir esa sensación. Quizá algún día… quizá nunca descubran que pueden sentir y vivir como ellos deseen, si se atreven a hacerlo. Si rompen moldes, prejuicios, tradiciones, reglas que les limitan.

Desearían poder hacerlo. Más tienen miedo a perder su seguridad. Por eso es tan importante que más personas cambiemos nuestra visión de la Vida y el Mundo. Para que más gente vea ese cambio, pueda sentirlo y se anime a cambiar también, a su manera, siempre para crecer.

Algún día, si la Vida tiene a bien concedérmelo, tendré 90 años. Quizá más. Quien sabe. Existirán los “blogs”? Podré contaros mi experiencia vital desde esa nueva aventura que significa ser un anciano? Espero que sí. Igual para entonces, tener noventa años no será ser tan anciano, y se viva de media por encima de los cien.

Podría estar estudiando inglés. Lo necesito, y mucho, en mi trabajo. Lo sé. En vez de ello, con una compañera polaca, intercambio frases y me enseña palabras en su idioma. Es más bonito. Más interesante. Y me hace sentir bien. No conseguiré entenderme con más de medio mundo. Pero sí con todo aquel que hable polaco. Nunca se sabe a quien te puedes encontrar en Alaska, o Nueva Zelanda, digo yo.

Quiero tocar mi flauta travesera. Aún no sé. Pero se que quiero aprender. Duermo seis horas y media al día -dichoso trabajo-. Dormiré 5 y media. El espíritu, al igual que el cuerpo, se trabaja y se acostumbra. Si alguien me quiere enseñar, pues aquí estoy. Escribidme!

Y las notas del violín, de la flauta, de la guitarra, entran en mis oídos, y un escalofrío recorre mi Ser.

Y como no, la incombustible Ana, dentro de su tiempo y sus historias, saca tiempo para poner un texto en el blog. Sobran las palabras. Mejor mi agradecimiento hacia ti, amiga Ana. Eres una persona estupenda… que lo sepa el Mundo!

2.1.08

En el 2008....

Tras mucho tiempo sin escribir en este blog, vuelvo a las andadas. Sé que Vilo no me tendrá en cuenta que no le haya pedido permiso previo y me tomo la libertad que él me otorgó haciéndome participante de su espacio.

Inicio este año 2008 con mucha ilusión, con fuerza y determinación, con una energía que siento en la base del estómago, en el plexo solar. Me ha costado casi 50 años poder conectar con esa fuerza propia, que no es ni más ni menos que la de la voluntad y la intención, guiadas por la consciencia, por la observación de mí misma, por el darme cuenta de algunas de mis sombras y también de mis luces.

Lograr que las circunstancias externas, que el entorno no llegue a desestabilizarme por completo sigue siendo un objetivo que poco a poco voy consiguiendo. Me tambaleo y no me caigo, recupero el equilibrio con más o menos tiempo. Cuando ocurre, centro mi atención en ese lugar de mi cuerpo donde siento mi fuerza y plas!!! aparece el centramiento. Mi tendencia es irme al coco a darle mil vueltas al asunto y sólo observando mi cuerpo consigo pararlo.

Es por esta razón que, tras haber acabado recientemente mi formación como terapeuta gestáltica, inicio en unos días otra: terapia corporal integrativa, una especie de gestalt a través del cuerpo.

En el cuerpo se acumulan todas las tensiones y emociones reprimidas durante toda nuestra vida. Si cerramos los ojos y hacemos un repaso tipo scanner, nos daremos cuenta de que hay zonas que no sentimos, como si no existieran. Eso ocurre cuando ahí hay bloqueo energético. A través de un trabajo corporal, podemos despertar esa zona y devolverle la vida, lo cual desencadenará la expresión de las emociones y aliviará la tensión acumulada.

Y es que, aunque a algunos les cuesta creerlo, somo seres holísticos aunque nos sintamos escindidos. Devolver la sensación de unidad a nuestro ser es el mejor regalo que nos podemos hacer.