2.1.08

En el 2008....

Tras mucho tiempo sin escribir en este blog, vuelvo a las andadas. Sé que Vilo no me tendrá en cuenta que no le haya pedido permiso previo y me tomo la libertad que él me otorgó haciéndome participante de su espacio.

Inicio este año 2008 con mucha ilusión, con fuerza y determinación, con una energía que siento en la base del estómago, en el plexo solar. Me ha costado casi 50 años poder conectar con esa fuerza propia, que no es ni más ni menos que la de la voluntad y la intención, guiadas por la consciencia, por la observación de mí misma, por el darme cuenta de algunas de mis sombras y también de mis luces.

Lograr que las circunstancias externas, que el entorno no llegue a desestabilizarme por completo sigue siendo un objetivo que poco a poco voy consiguiendo. Me tambaleo y no me caigo, recupero el equilibrio con más o menos tiempo. Cuando ocurre, centro mi atención en ese lugar de mi cuerpo donde siento mi fuerza y plas!!! aparece el centramiento. Mi tendencia es irme al coco a darle mil vueltas al asunto y sólo observando mi cuerpo consigo pararlo.

Es por esta razón que, tras haber acabado recientemente mi formación como terapeuta gestáltica, inicio en unos días otra: terapia corporal integrativa, una especie de gestalt a través del cuerpo.

En el cuerpo se acumulan todas las tensiones y emociones reprimidas durante toda nuestra vida. Si cerramos los ojos y hacemos un repaso tipo scanner, nos daremos cuenta de que hay zonas que no sentimos, como si no existieran. Eso ocurre cuando ahí hay bloqueo energético. A través de un trabajo corporal, podemos despertar esa zona y devolverle la vida, lo cual desencadenará la expresión de las emociones y aliviará la tensión acumulada.

Y es que, aunque a algunos les cuesta creerlo, somo seres holísticos aunque nos sintamos escindidos. Devolver la sensación de unidad a nuestro ser es el mejor regalo que nos podemos hacer.

1 comentario:

Què t'anava a dir dijo...

Molta sort en el teu any i que trobis el teu equilibri personal