18.7.11

Sueños Lúcidos




Comenzaré diciendo a la gente que no se asuste. Que no piense raro. A nadie se le ha ido la "pinza". No es cosa de brujería -nada más lejos por dios-. Ni estamos siguiendo a nadie ni parecido.

Hoy os voy a hablar de algo, en teoría tan curioso, y aunque os cueste creerlo, al alcance de todo el mundo -para algunos de manera natural, y para otros tras meses de probar-.

Los SUEÑOS LÚCIDOS. Y ahora muchos os preguntaréis. ¿Y eso que coño es?.

Pues muy sencillo. Es simplemente -bueno, no es tan simple- darte cuenta dentro de un sueño de que estás soñando, con lo cual puedes permitirte hacer según que cosas como a ti se te antoje. Vamos, sueños personalizados y a la carta por el que sueña.

Hay técnicas que te hacen ser consciente durante el día de que estás en vigilia, y que luego al dormirte te permiten -a la mayoría- darte cuenta de que aunque vives una historia que parece real, estas soñando. No explicaré aquí cuales pueden ser, pues me llevaría mucho tiempo y haría esta entrada demasiado larga.

Y para un número aceptable de personas, el simplemente acostarse diciéndose mentalmente que quieren darse cuenta dentro de algún sueño de que están soñando, les vale para llegar a ello, sea una vez por casualidad, o de manera regular.

Eso me sucedió a mi el otro día, vaya. Fue una experiencia corta -imagino que debido a la emoción del momento-, pero muy curiosa. Si os gustan las historias con chicha, pues ahí va:

Estaba yo entrando en la cama, y así, como jugando, me dije a mi mismo algo que es de lógica. Que estaba en la cama, para dormirme. Y que si a partir de ese momento, me encontraba fuera de mi habitación, o hablando con otra gente, me daría cuenta, al ser imposible si estoy durmiendo, de que era un sueño. Así de sencillo.

No se cuánto tiempo después, yo estaba bajando las escaleras de mi casa, de noche, para dar la vuelta a mi edificio, y ver las terrazas y el ambiente a ver como estaba. Aclaro que rodeando a mi edificio, bares y terrazas, ahora mismo, ninguna. Total, que allá que me voy, y salgo del portal a la calle. Y en eso que me digo -si, si, me lo dije así tal cual-:

"Ey, para que voy a ir andando, si es un sueño, y puedo ir flotando a unos centímetros del suelo, sin cansarme".

Imaginad que cuadro. Yo, flotando a medio metro del suelo, avanzando por la calle. La gente mirándome y diciéndome: pero Víctor, ¡es increíble! ¿Cómo logras hacer eso?. Y yo gritando a voz viva "estoy en un sueño, estoy en un sueño. ¡Genial, estoy en un sueño!" (menos mal que en sueños a la gente que grites esto en medio de la calle le da igual, jajaja).

Total, que de la emoción, y no deseando despertarme, no sabía si moverme más, quedarme quieto, o que hacer. Así que me dije, que lo suyo era subir más alto para verlo todo desde arriba. Y allí que me fui, subiendo, subiendo, hasta llegar a lo alto de mi edificio de nueve pisos. Una vez allí, me puse a pensar en que era lo próximo que podía probar a hacer, ya que me había dado cuenta de que estaba dentro de mi sueño.

Y al intentar cambiar de lugar y aparecer en otro país diferente o lugar, de los nervios sanos de no saber que pasaría, me desperté. Ya podía al menos haber pasado algo a ver si lo conseguía, digo yo.

No os animo. Bueno, rectifico. Sí que os animo a probar, a ver si os sale. Creo que la experiencia, más allá de cualquier explicación u opinión personal, es cuando menos muy curiosa. Te hace pensar en que poco tanto por ciento de la mente conocemos, y menos aún usamos para cosas que podrían llegar a ser normales.

Nos vemos en mi sueño. Si te apuntas, claro está. Yo invito...

No hay comentarios: