22.2.11

Dos y el mar




Había perdido la cuenta de cuantos eran.

Belli se dejaba mecer por las olas. En aquellos momentos, aquel velero recorriendo la costa, aquel atardecer, y, sobre todo, la compañía de Vilo, su eterno compañero de viaje, hacían que su mente volase hasta el infinito.

Recordaba sin nostalgia los muchos momentos vividos junto a él, en tantos y tantos lugares del planeta. Los recuerdos que se agolpaban en su cabeza en algunos momentos, le confirmaban, una vez más, que estaban hechos el uno para el otro. Si, de eso no tenía duda. Cuando Vilo decidió un día darlo todo por un sueño, el sueño de hacer realidad un Amor Verdadero, ese día, ella comprendió que todo sería posible entre los dos.

El ruido de las gaviotas despertó a Vilo, que dormitaba plácidamente en la cubierta, cubierto por una manta y el velo de los sueños más dulces.

-Te Amo, Belli- Dijo él como cada mañana mientras se giraba para mirarla.

Ella miraba al horizonte. Tenía entre sus manos un folio doblado, apretado contra su pecho. En él, algunos corazones al vuelo repartidos por la hoja, y unas preciosas letras de su amor. Siempre llevaba consigo en sus viajes algunos de estos mensajes, pues decía que su alma se crecía al leerlos.

-Ven aquí, mocoso. Acércate un poquito, niño bello- respondió ella.

El se acercó con ímpetu, para terminar abrazando por detrás suavemente a Belli, mientras acariciaba con ternura sus mejillas a base de besos. La expresión de su caras definía perfectamente el amor que existía entre ellos dos. El sol dejaba ya sus primeros rayos al nuevo día, y la ligera brisa acompañaba con su música.

-¿Quieres seguir siendo mi novia? ¿Y seguir saliendo conmigo?

-Claro que si, mocoso. Por siempre y para siempre -contestó-.

Su amplia sonrisa se hizo más grande aún. Ellos siempre hacían lo mismo, en un ritual que no se saltaban ni un solo día. El renovar su amor, era tan importante para los dos, que la Vida les bendecía cada día con nuevas sensaciones, y mucha, muchísima magia en su relación de pareja.

-Si, mi Bellita hermosa. Por siempre y para siempre...

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