1.7.10

¡Aeros!



Hay momentos en que se respira la magia del momento, y todo pasa a suceder dentro de nosotros...

Una enorme tela con el nombre del grupo tapó el escenario. Un silencio de segundos, tras el cual un gigantesco mar de luces, sonidos e imágenes llenó todo cuanto era el recinto. Había comenzado un espectáculo impresionante.

El cantante, Steven, dejándose los pulmones en cada frase, lanzando al aire -y al micrófono- unos agudos impresionantes, dignos del mejor barítono -tras coger un soberbio resfriado y estar con carraspeo, lo admito-.

Perry, como siempre, deleitándonos con su colección de guitarras, a cual más estrambótica y curiosa, ya fuese transparente con una chica rubia como fondo, o una verde más parecida hecha de piedra que de otro material. Por supuesto, recorriendo el escenario una y otra vez emocionando al público.

¿Y qué decir de Kramer? Pues que sus dedos aporrearon la batería tanto que en nada extrañé el ver sus fornidos antebrazos. Obviamente, este debe desayunar tocando en el salón de su casa, de tal práctica y maestría como demostró en el escenario bajo las grandes pantallas. Dada su situación, salieron también unas geniales fotos para el recuerdo.

Lo mejor de todo, ver a Angela, la mujer con quien comparto mi vida, entregada a la música, vibrando, estirando los brazos al infinito y casi tocando las telas que muy estudiadamente dejaba colgando en el aire del micrófono Steven. Gritamos como posesos, más eran gritos de emoción, de Alegría, de sacar todo lo bueno de nosotros y lanzarlo al aire, cual plegaria a la Vida. Creo que jamás un "TE AMOOOOOOOO" dicho a todo pulmón y mirando a miles de personas, fue más bella e intensamente expresado por dos personas que se profesar Amor Verdadero.

Al final, los miles de asistentes, a coro con el cantante, entonando un ooooooeeeeee, oe oe oe, ooooeeee, oooooeeeee... que nos hizo volvernos pura pasión y sentimiento.

Aún retumban en mis oídos las notas y voces de los miembros del grupo, toda la gente sintiendo el momento brazos en alto y gritando a la Vida, la afortunada chica a la que le tiró un anillo y dijo Steven señalando que era para ella, al Amor de mi vida mirándome a los ojos tan agradecida que la hubiera sacado en ese momento -a medio concierto- de ahí para perdernos en una isla del Pacífico a soñar y dejar volar nuestros sueños de Amor...

Una tarde-noche para recordar toda la Vida, os lo puedo asegurar.

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